Reset Password
Reset Link Sent
Blogs > Marcos_805 > My Blog |
Hombres en la Ventana Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno se le permitÃa sentarse en su cama cada tarde, durante una hora, para ayudarle a drenar el lÃquido de sus pulmones. El otro hombre tenia que estar todo el tiempo boca arriba. Los dos charlaban durante horas. Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar, donde habÃan estado de vacaciones. Y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podÃa sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podÃa ver desde la ventana. El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades, colores del mundo exterior. La ventana daba a un parque con un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacÃan con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podÃa ver en la distancia una bella vista de la lÃnea de la ciudad. El hombre de la ventana describÃa todo esto con un detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba la idÃlica escena. Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió un desfile que estaba pasando. Aunque el otro hombre no podÃa oÃr a la banda, podÃa verlo, con los ojos de su mente, exactamente como lo describÃa el hombre de la ventana con sus mágicas palabras. Pasaron dÃas y semanas. Una mañana, la enfermera de dÃa entró con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que habÃa muerto plácidamente mientras dormÃa. Se llenó de pesar y llamó a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo. Tan pronto como lo consideró apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado a la cama al lado de la ventana. La enfermera le cambió encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación. Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para lanzar su primera mirada al mundo exterior; por fin tendrÃa la alegrÃa de verlo el mismo. Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana al lado de la cama... y se encontró con una pared blanca. El hombre preguntó a la enfermera que podrÃa haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana. La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habrÃa podido ver ni la pared, y le indico: "Quizás sólo querÃa animarle a usted" Moraleja Es una tremenda felicidad el hacer feliz a los demás, sea cual sea la propia situación. El dolor compartido es la mitad de pena, pero la felicidad, cuando se comparte, es doble. Si quiere sentirse rico, solo cuente todas las cosas que tiene y que el dinero no puede comprar. "Hoy es un regalo, por eso se le llama el presente" |
|||
9/1/2006 6:48 pm |
Hola Marcos, estoy leyendo mis mensajes y me encontre uno tuyo y por eso vine a agradecerte el apoyo tan grande que me brindaste, Gracias te digo de corazon, en verdad fue de mucha ayuda, ahora yo vengo corriendito a ver tu blog y la verdad es que escribes bien bonito.. espero no sea la ultima vez que venga por aqui.. Tu nueva amiga.. Aracely
| ||
9/15/2006 10:04 am |
Marcos, que bello relato, es realmente conmovedor, la mayoria de las veces nosotros, los que no estamos ciegos, no podemos ver la belleza que nos rodea, y solo vemos la fealdad de las cosas. Cuantas veces tenemos a nuestro alrededor personas tan necesitadas de afecto y cariño, y no somos capaces de darles un poco de alegria y comprensión, ojalá que cada dÃa podamos ejercitar la compasión y la misericordia hacia los que la necesitan, y asi estaremos regalando algunas gotitas de amor y ternura. Recibe un cariñoso saludo a la distancia de Kelly Kellykellynda47
|
×
×