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6dkas 78M
111 posts
4/25/2007 6:51 am

Last Read:
5/17/2007 6:24 am

DON SEGUNDO - LA PULPERIA ( a la mañana del día)

Don Segundo, era el comedero donde almorzábamos todos los días. Miguel, un porteño casado con una jovencita nativa del lugar, había reciclado ese rancho, probablemente uno de los más antiguos del pueblo, y lo había convertido en restaurante. Limitaciones economícas mas que razones estéticas eran el verdadero motivo por que cual el edificio coservaba intacto su original aspecto. Muros de adobe, blanqueados a la cal, pisos de ladrillo, ventanas angostas y puertas petizas, techado de añosos ladrillos desplegados sobre alfajías vencidas de madera dura no permitían que nuestro comedero tuviera mejor aspecto, por eso, para sentirnos coherentes con nuestras circunstancias y entorno, lo habíamos rebautizado: "la pulpería".

Salvo los viajantes de comercio, cuya permanencia en el pueblo era siempre por pocos días y de frecuencia muy esporádica, los parroquianos habituales, no más de seis, éramos siempre los mismos. Desde que habíamos llegado, como rutina obligatoria, todos los medio días, concurríamos a nuestro comedero.

Era tal la confianza que teníamos con el dueño, por ser quizás sus mejores clientes, que hasta teníamos la libertad y el privilegio, de organizar el menú para el día siguiente.

Despues del postre, con el café, que era de filtro e intomable, hacíamos campeonatos de truco, si éramos muchos, o jugábamos a la loba, si éramos pocos. No teníamos otra cosa que hacer, porque desde que nos habíamos instalado como habitantes permanentes, hacia de eso, tres semanas, no había parado de llover ni un solo día.

Decididamente estabamos en Macondo

En la intimidad de las sobremesas, Miguel nos había contado las dificultades por las que atravesaba. En Buenos Aires, él tenía una pequeña concesionaria de compra venta de autos usados, vivía en Belgrano, en el mismo edificio en el que vivía Susana Jiménez, y su adaptación a las costumbres y posibilidades del pueblo, se le hacían cuesta arriba. El restaurante no le daba lo suficiente para levantar cabeza.

Llegamos a la pulpería, promediando la mañana, un día que por fín, por primera vez, la lluvia no parecía persistente. El cielo se encapotaba de a ratos y tímidos resplandores de sol asomaban entre las nubes, por momentos.

Miguel preparaba una de las mesas ubicadas en el centro del salón. Las que estaban próximas a las ventanas estaban siempre reservadas para nosotros, los cotidianos comensales. Tendía el mantel sobre la mesa y disponía prolijamente plato, servilleta, vaso y cubiertos.

¿Quien viene? Preguntamos como si fuéramos los dueños. Un tipo que llegó hoy a la mañana, contestó sin mirarnos. Un personaje bastante extraño, agregó como único comentario.

Habíamos terminado de comer la entrada, jamón con ensalada rusa, cuando entró por fin el personaje esperado. Recortada su silueta en la puerta entrada, estaba él. Un hombrecito robusto, de baja estatura, tez blanca, ojos saltones y oscuros, pelo largo, crespo, negro y abundante, recogido en la nuca con un lazo de hilo de algodón trenzado. Vestía camisa blanca tipo guayabera, largo a medio muslo, sin cuello, pechera bordada, martingala en la espalda, pantalón de lino del mismo color y calzado con escarpines de cuero negro trenzado con medias blancas tipo zoquetes.

Miguel lo condujo hasta su mesa, recién preparada y se retiró hacia la cocina a buscar su comida.

No podíamos dejar de mirarlo, no por ser nuevo, sino más bien por que su aspecto era sin lugar a dudas, muy estrafalario.

Martín, nuestro compañero de mesa, que no se llamaba Martín, pero así lo habíamos apodado, por ser el vendedor de pescado de río, que visitaba con su triciclo motorizado y su megáfono, tres veces por semana al pueblo, y lo recorría anunciando a viva voz, pescao, pescao fresco, pescao, inició un diálogo de mesa a mesa con el forastero.

Así no fuimos enterando, que el hombrecito decía ser hijo de padre hindú y madre española. Que había recorrido el mundo, desde el Nepal hasta el Amazonas. Que había aprendido todas las disciplinas que atienden al espíritu y nos alcanzó un volante que lo presentaba.

MAHATAR AL VITAR predicciones, curaciones, mal de amores, mal de ojo, pata de cabra, culebrilla, espasmos y asiento de estomago.

Así comienza esta historia, una de las postales mas insólitas que guardaré en éste blog, mi cajoncito de recuerdos, relicarios y souvenires recopilados en mi vida.


cartagenera44 79F
3063 posts
4/27/2007 7:55 pm

6 dkas?, casi no lo sé ni pronunciar, ese " alias" me hace sentar como en una mesa de póker, no sé, será porque me gusta jugar póker( sin ser tahúr y menos gurú )Resulta que he comenzado a leer tu blog al revés, el final de la historia de primero y lo primero de final ( parece un trabalenguas, pero nó lo es )La presencia de este gurú tiene algo de " macondiano" porque la estela de su estadía , dejó lo que ustedes, creo yo, en el fondo deseaban...que no lloviera...fué un DILUVIO, pero al revés, es que no SÉ cómo se dice, será ANTIDILIVIANO??De lo que estoy segura es que no es sequía, me pueden llevar a la horca y lo aseguro!!
He tratado de buscar responsables de este episodio y el que menos tiene" velas en este entierro" es el señor gurú. Todos se confabularon a su alredor para vestirlo de gurú, le hicieron turbante, le pintaron lunar rojo en el tercer ojo ( yo tengo dos ), lo único que no le cuadraba era la guayabera, ni más faltaba que tuviera un liqui liqui puesto. Tal vestimenta me ha hecho recordar al RENACUAJO PASEADOR, de Rafael Pombo ( nó polvo , como dice una amiga) " El hijo de Rana, Rin Rin Renacuajo, salió esta mañana muy tieso y muy majo, con pantalón corto, corbata a la moda, sombrero encintado y chupa de moda " ...mañana sigo con el comentario, vienen unos amigos para casa. Un caluroso saludo. Me ha encantado cómo escribes las vainas !!


6dkas 78M
92 posts
4/27/2007 10:12 pm

No querida Cartagenera, no hay que buscar responsables ni descubrir confabulaciones. La provincia de Corrientes, es una territorio impregnado de magia, la gente no cuenta sus historias de vida, narra su mitología. Hasta la medida del tiempo es distinta. Cada pueblo es Macondo y cada correntino es un Buendía. La vida hizo que en distintas oportunidades, por cuestiones de trabajo, volviera a la tierra de mis antepasados paternos. Mi cultura citadina no impidió que en cada ocasión construyera mi propia leyenda.
Gracias de nuevo, quedo a la espera de la continuación de tu comentario.


cartagenera44 79F
3063 posts
4/28/2007 8:12 am

Hola, este comentario se está convirtiendo casi en un " blog, tambien me siento como " chateando", pero nó, es un " comentario".Creo que eso de andar con una lupa mirando todo se lo debo a Aghata Cristi y a su detective Sherlock Holmes; cuando estaba jovencita leía mucho sus novelas y algo se me quedó.. Me dá tanto pesar con el pobre gurú de que Martín Pescador, lo hubiera metido en ese bololó, es que Martín tambien fué el asesor de imagen, y hasta le hizo marketing, la esposo del Poloco taambién tiene su tajada en este cuento por " carbonera "ahí el que pago los platos rotos fué Miguel, el dueño del restaurante, tenía póliza de seguro?No sé por qué he sentido tanto pesar con el gurú....hasta ganas tengo de sacármelo a vivir...sabes su mail o su blog ? Y colorín colorado este comentario se ha acabado. Pstoy en la ventana de mi habitación y veo en la casa de mi vecina, revoloteando sobre unas flores de veranera color fu[kcq]sia, muchas mariposas amarillas , se parecen a las de Mauricio Babilonia, será un " presagio "....parece que va a llover!!Me gustaría conocer la carta de Beethoven, ahora sí me despido, caluroso saludo.


Peregrina_137 57F

4/28/2007 10:55 pm

¡Qué lindo recuerdo! Corrientes tiene payé chamigo. ¡Y cuánto! Ya ves, si no hubiera sido por la picardía de los celosos-notables asistentes, estoy segura de que te habría hipnotizado!! Y vaya a saber cuántas cosas habrías visto y recordado del pasado reciente y del ancestral... Creo que el gurú vio tu intuición y la intensidad de tu búsqueda interior, y los que te propusieron -muy suspicaces todos- no quisieron después que pasaras a formar parte de las leyendas y mitología guaranítica, pues el primer héroe era extranjero y el segundo héroe se había ido de su país Las cosas son como son y nada más. Frustrado el intento de hacer memoria, el ese se quedó en el presente y te dejó el regalo de hacer realidad tu deseo de que dejara de llover, ¿será así la cosa? )


6dkas 78M
92 posts
4/29/2007 7:24 am

Asi es mi amiguita, Corrientes tiene payé y tambien hermosas guainas, como esta madurita adolescente con quien las sincronías junguianas me ha vinculado, en este espacio tan mágico.
El gurú era sin dudas un impostor o por lo menos un mitómano, pero ni bien piso suelo correntino, sus mentiras y sus mitos se volvieron verosímiles.
Todos mis recuerdos y los recuerdos de mi familia parte correntina y parte cordobesa, hoy son parte de mi mitología.

Me encantan tus visitas. Muchas gracias.