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Blogs > dominique62 > Desde el sol |
Haití en el corazón Haití parió a la muerte entre montañas asoladas vieja patria de Toussaint tan olvidada hoy llora el mundo tus miserias acumuladas porque indeferencia siempre lanzaron frente a tu casa. Haití, país hermano de mi patria caribeña nación pionera de libertades y de cantos sufre el rugir de las entrañas de la tierra !ay caribeña isla de espanto de soles nuevos escondidos entre batallas callejeras! Haití hace mil años, es más pobre que la miseria pero hoy es cuando el mundo oye su llanto, porque su negra sangre estremeció la cordillera. !Ay, pobre Haití, que con fusiles y poemas nos diste a Jacques Viau un abril, en primavera para salvarnos del horror y de la guerra porque hermanos somos y compartimos más que el dolor, la misma tierra! Rosanna Salazar (dominicana) 14-01-2010 |
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1/16/2010 4:57 am |
Amiga Rosanna: No conocía a Jacques Viau. He buscado su historia y su trayectoria y me ha impactado el modo como salió de Haití con su familia después de que el sanguinario dictador Duvalier se hiciese con el poder de manera fraudulenta, de su llegada a Santo Domingo, su adaptación y amor al país de acogida y de cómo entregó su vida por la libertad dominicana. Y Jacques Viau Renaud hizo de la República Dominicana un poema: En qué preciso momento se separó la vida de nosotros, / en qué lugar, / en qué recodo del camino? / ¿En cuál de nuestras travesías se detuvo el amor / para que decimos adiós? / Nada ha sido tan duro como permanecer de rodillas. / Nada ha dolido tanto a nuestro corazón / como colgar de nuestros labios la palabra amargura. / ¿Por qué anduvimos este trecho desprovistos de abrigo? / ¿En cuál de nuestras manos se detuvo el viento / para romper nuestras venas / y saborear nuestra sangre? / Caminar... ¿Hacia dónde? / ¿Con qué motivo? / Andar con el corazón atado, / llagadas las espaldas donde la noche se acumula, / ¿para qué?, ¿hacia dónde?, / ¿Qué ha sido de nosotros? / Hemos recorrido largos caminos. / Hemos sembrado nuestra angustia / en el lugar más profundo de nuestro corazón. / ¡Nos duele la misericordia de algunos hombres! / Conquistar nuevos continentes, ¿quién lo pretende? / Amar nuevos rostros, ¿quién lo desea? / Todo ha sido arrastrado por las rigolas. / No supimos dialogar con el viento y partir, / sentarnos sobre los árboles intuyendo próxima la partida. / Nos depositamos sobre nuestra sangre / sin acordamos de que en otros corazones el mismo líquido ardía / o se derramaba combatido y combatiendo. / ¿Qué silencios nos quedan por recorrer? / ¿Qué senderos aguardan nuestro paso? / Cualquier camino nos inspira la misma angustia, / el mismo temor por la vida. / Nos mutilamos al recogemos en nosotros, / nos hicimos menos humanidad. / Y ahora, / solos, / combatidos, / comprendemos que el hombre que somos / es porque otros han sido. Qué pena de país el haitiano, siempre a merced de malvados políticos o de las fuerzas de la naturaleza. Dentro de la inmensa desgracia que le asola, quizá pueda ser el momento de inflexión que sirva para hacer de Haití un lugar donde la vida merezca la pena ser vivida. Gracias, amiga dominicana. Salud y paz
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Amiga Rosanna: No conocía a Jacques Viau. He buscado su historia y su trayectoria y me ha impactado el modo como salió de Haití con su familia después de que el sanguinario dictador Duvalier se hiciese con el poder de manera fraudulenta, de su llegada a Santo Domingo, su adaptación y amor al país de acogida y de cómo entregó su vida por la libertad dominicana. Y Jacques Viau Renaud hizo de la República Dominicana un poema: En qué preciso momento se separó la vida de nosotros, / en qué lugar, / en qué recodo del camino? / ¿En cuál de nuestras travesías se detuvo el amor / para que decimos adiós? / Nada ha sido tan duro como permanecer de rodillas. / Nada ha dolido tanto a nuestro corazón / como colgar de nuestros labios la palabra amargura. / ¿Por qué anduvimos este trecho desprovistos de abrigo? / ¿En cuál de nuestras manos se detuvo el viento / para romper nuestras venas / y saborear nuestra sangre? / Caminar... ¿Hacia dónde? / ¿Con qué motivo? / Andar con el corazón atado, / llagadas las espaldas donde la noche se acumula, / ¿para qué?, ¿hacia dónde?, / ¿Qué ha sido de nosotros? / Hemos recorrido largos caminos. / Hemos sembrado nuestra angustia / en el lugar más profundo de nuestro corazón. / ¡Nos duele la misericordia de algunos hombres! / Conquistar nuevos continentes, ¿quién lo pretende? / Amar nuevos rostros, ¿quién lo desea? / Todo ha sido arrastrado por las rigolas. / No supimos dialogar con el viento y partir, / sentarnos sobre los árboles intuyendo próxima la partida. / Nos depositamos sobre nuestra sangre / sin acordamos de que en otros corazones el mismo líquido ardía / o se derramaba combatido y combatiendo. / ¿Qué silencios nos quedan por recorrer? / ¿Qué senderos aguardan nuestro paso? / Cualquier camino nos inspira la misma angustia, / el mismo temor por la vida. / Nos mutilamos al recogemos en nosotros, / nos hicimos menos humanidad. / Y ahora, / solos, / combatidos, / comprendemos que el hombre que somos / es porque otros han sido. Qué pena de país el haitiano, siempre a merced de malvados políticos o de las fuerzas de la naturaleza. Dentro de la inmensa desgracia que le asola, quizá pueda ser el momento de inflexión que sirva para hacer de Haití un lugar donde la vida merezca la pena ser vivida. Gracias, amiga dominicana. Salud y paz Es un honor que las letra de Jacques Viau Renaud ocupen un espacio en esta morada. Me alegra que lo publicado sirva para conocer un poco más de las historias de países como los nuestros... Un gran abrazo, amigo, Rosanna
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Suuuuuu, mi mana! Lo de Haití sobrepasa mi capacidad de pensar... Me estremece el alma, me duele como la sangre de mi sangre, como la vida que se pierde, como el corazón que se oscurece. Acabo de ver las noticias sobre lo que sigue ocurriendo allí. Hiere la dignidad humana, son puñaladas sobre la muerte, sobre la vida, sobre el hambre, sobre la ignorancia de un pueblo tan explotado y sufrido. Los saqueos espantan, las peleas por comida estrujan el pecho y las denunciadas mafias de traficantes de niños lanzan dardos envenenados por las espaladas... Haití, oh tierra caribe de mi América morena, cuánta tristeza y cuántas lágrimas has derramado porque el poder te sigue engañando, ahora disfrazado bajo banderas.... Te quiero mucho, Rosanna
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