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cartagenera44 79F
1761 posts
8/19/2020 3:49 pm
Deseos marchitos

Nunca nadie la ha acariciado ni siquiera con una mirada.
Cuando piensa en el silencio que la atrapa, exorciza el momento y se abandona evocando amantes desconocidos pero complacientes. Sensaciones marchitas salen de su encierro y ella flota con libertad, tendida en un mullido sofá de flores. En la penumbra del salón, su cuerpo vibra y resuena de pasión, como las campanas de un viejo templo; la oquedad de su intimidad color púrpura se humedece de deseos y, su mano, se arrastrada por debajo de la bata de tafetán.
Siempre, siempre, cobijándose bajo el fuego de sus fantasías corriendo el riesgo de quemarse y agotarse por la insondable soledad que no hace otra cosa que consumirla.
Se siente mareada de que la vida conspire contra ella y la reviente contra el muro de una esperanza que lleva siglos galopando a su alrededor. Está hastiada de que el destino elija por ella y humille su cuerpo insatisfecho. Emprenderá su propio viaje y se lanzará en los brazos de su voluntad. El decoro y los remordimientos de conciencia, ¡al diablo!
Lo vio en la galería, con su aire casual y un rostro que despedía fuego como una chimenea encendida. La piel suave y tersa como un melodioso tambor y un brillo en sus ojos, como las escamas de un pez.
Una avalancha de deseos se agolpa en su mente. Corre hacia él para que no se escape. Se le planta de frente y lo mira intensamente a los ojos; él corresponde tomando su mano y entrelazando sus dedos con precisión.
¡Por fin las fichas del rompecabezas encajan y quiebran el aterrador silencio!
Las horas se desgranan en el reloj de péndulo de cobre que marca la hora de un domingo de verano.
Ella, sumisa, desvergonzada y perversa, languidece en el mullido sofá de flores.
Es muy pronto para levantarse. Cierra los ojos y se deja arrastrar por la tranquilidad de la placidez.
Autora.Netty Del Valle