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Blogs > amigodelpirineo > Notas de un peregrino |
Playas con sirenas... Sirenas... amigas... acomodaos... Hoy os contaré una de mis caminatas por Europa, por las orillas de mi mar, por el Mediterraneo. Esta historia real... está dedicada, especialmente, a vuestra compañera y amiga Brujilla de Madrid...que tanto se interesa por conocer a las sirenas que en mi pasado conocí. Situaros en el tiempo...verano de 1985. Hacía un par de años que había dejado de navegar,cansado de soledades, de sal, de ver miserias en casi todas partes...de no pisar tierra, de emborracharme... Mi esposa y yo nos habíamos dado unos años de descanso, de libertad...para buscar otros caminos...y volver a estar juntos de nuevo si finalmente era eso lo que de verdad queríamos..., como así fué meses después y que seguramente os acabaré contando....curiosas amigas, Sirenas de mi mar. Sin trabajo desde hacía unos meses, había mandado a freir esparragos a una multinacional francesa que además de explotarme a mí, quería que yo exprimiera las vidas de muchos currantes, hombres y mujeres, que tenía bajo mi responsabilidad en un gran hipermercado de una hermosa ciudad gallega, con ría y todo... Ligero de equipaje..para tan largo viaje, como dice la canción, decidí irme a Italia de excursión. No conocía aún Venecia..ni Milán, al que luego he visitado muchas veces, ni había paseado por las calles empedradas de Verona...esa maravillosa ciudad que con Romeo y Julieta siempre será inmortal. A las pocas semanas, cansado de cultura, de historia, de piedras, de paisajes de ciudad, de pizzas y de spressos...ya sin dinero...decidí regresar por la playa, caminando, desde Roma hasta mi casa, en el sur, entonces en Málaga. Muchos días, con sus noches, tardé en recorrer paisajes ya olvidados... Descalzo casi siempre, mochila a cuestas, pantalón corto, sombrero de paja al techo, sin afeitar, bastón de madera en mano y a caminar. Iba sin guía, mi brújula era el sol, mi camino hacia el sur...no había perdida posible, siempre bordeando el mar, me detenía donde me apetecía, casi siempre una playa guarnecida de los vientos dominantes...una fuente de agua potable cerca...lejos los temíbles humanos...y si encontraba un huerto con comida en mi camino..era un hombre feliz y agradecido. Recuerdo, ya vagamente, mi paso por las costas italianas y francesas...importunado por las autoridades locales de algunos lugares...demasiado selectos como para admitir a aventureros como yo...aligeraba el paso. Cruzaba raudo las ciudades, las carreteras transitadas, los acantilados sin playas y las fronteras...en las que siempre, a pesar de mis papeles en regla, me observaban como a un bicho raro...y seguramente lo era, pero no tanto. En mi camino encontré a bastantes peregrinos...normalmente en parejas...unos hacia en norte, otros hacia el sur...pero mas veloces, en bicicleta o andando siempre tenían un destino, mas equipaje y mas prisas.. no como yo. Ya no recuerdo el nombre ni el lugar...o no me quiero acordar, porque prefiero no volver a él y mantener mis recuerdos vivos y sin adulterar de lo que fueron unos días maravillosos en un paradisiaco lugar...de Catalunya, en las costas de Girona....en aquel lejano verano del 85. Mi camino entre los pinos..me acercaba al mar, ellos tambien debían querer verlo pues prácticamente llegaban hasta la playa...era ya casi de noche...monté en un momento, como siempre, mi pequeña tienda de campaña, en la que apenas cabía yo y mi mochila y de no mas de medio metro de alto, de color verde, para pasar desapercibida....aunque no siempre se conseguía. Donde comenzaba a oirse el rumor de las olas... allí me preparé un té de sobre sin azucar, que no tenía, contemplé cansado..las estrellas...me dejé abrazar por los sonidos del mar...y me dormí...me pareció escuchar por un momento vuestros cantos...Sirenas. Al alba, con el trinar de los mas madrugadores inquilinos de los pinos, aun con un poco de frio...me puse mis sandalias de cuero y suela de caucho, habia dormido con los vaqueros recortados a la altura de las rodillas y mi camiseta de algodón preferida....y me fuí a reconocer el terreno, como debe hacerse en estos trances... Habia llegado a una hermosa playa, casi una cala, de aguas transparentes, solitaria a esas horas de la mañana, quien sabe en el fin de semana...no vi ni rastro de fuentes, nada de agua, ni duchas, ni papeleras...nada. Avancé, ya descalzo, por la arena llena de conchas y de trastos que nunca quiere el mar...hacia el sur...y para mi sorpresa enseguida encontré una gran playa....nudista. Había gente, no mucha...parecía que todos habían dormido allí, se veian tiendas montadas..algunas ya abiertas...otras cerradas...sillas en algunas, unas duchas...una fuente con agua y un minúsculo chiringuito de playa, a esas horas con las sillas encadenadas... sin abrir. No me lo pensé dos veces, fuí a recoger mi campamento , dejado entre los pinos...y me instalé en la parte mas al norte de aquel lugar acabado de descubrir. Debo reconoceros, sirenas, amigas...que era la primera vez que recalaba en un sitio así, había visto algun cartel por el camino...pero jamás, hasta entonces, se me ocurrió plantar mi tienda en uno de aquellos lugares de perdición..... Como españolito educado con los curas, a la antigua, con un sentido del ridículo...espantoso, tímido y vergonzoso casi siempre, decidido y valiente cuando la ocasión lo merecía...sentía mucho pudor...pero decidí, bendita elección, que no quería ser un textil mirón...asi los llamaban a los que no se desnudaban en esos sitios, así que por primera vez en mi vida y con treinta y tres años..por dios...que vida llevaba...me convertí en uno más de los adánes que enseñaban sus vergüenzas en semejante paraiso. Los primeros días apenas me deje ver por la parte mas concurrida, cerca del chiringuito...sería pudor o escozor..porque mi culo nunca había tomado tanto el sol...a base de horas, de alguna ampolla, de agua de mar...fuime poniendo moreno en mi totalidad. Mas confiado en mí fisico, me acerque mas a las personas...a los hombres no, nunca me gustaron...solo a las evas, a esas Sirenas enteras y bellas, que tostaban sus pieles paseando por la playa...casi todas, deducí, iban en parejas, habia algun grupo no muy grande...hablaban en francés, inglés, catalán... algunos italianos y en castellano los menos. Mantuve parte de mi timidez y no acostumbraba a pasear mis tres piernas entre tantas féminas, me dedicaba mas a nadar, a bucear, a recoger algun molusco para alimentarme...por las mañanas temprano llegaba hasta unas masías que de todo tenían...y despues de saltar sus vallas y hacer oido sordos a los perros...con un miedo que te cagas...regogía mi cosecha de tomates, ensaladas, pepinos...de todo lo que se comía...tomaba prestado un poco. Llegado a mi tienda...empezaba un ritual, para el almuerzo, de mas de media hora...partiendo, en multiples cachitos, un humilde tomate, con una precisión de cirujano...aliñándolo con una pizquita de sal y un suspiro de aceite, guardado en un frasquito como quien guarda oro en líquido, nada de vinagre, ni pan...si acaso un trozo del duro o a empujar con los dedos. Debía, creo, tener aspecto de un gran loco solitario y famélico, cual Don Quijote...había adelgazado bastante y aunque estaba sano y fuerte.... y el ejercicio continuo de mi peregrinaje había hecho asomar las olvidadas chocolatinas de mis años de deporte en la universidad....mi cara y mi culo debían de ser un poema , no me encontraba mal pero no podía ver mi aspecto..el espejo que tenía apenas medía cuatro dedos. Sea por lo que fuere, que nunca lo sabré, en una de esas comidas dignas de pantagruel...se me acercaron dos direnas hablandome en francés...idioma que, a dios gracias, hablo con buen acento de Beziers...y me invitaron a ir con ellas a tomar un café a su tienda...y acepté. Supongo que apiadandose de mis escasas provisiones...y de verme comer lapas a montones...al llegar a su morada me obsequiaron como postre a mi tomate...con un buen surtido de quesos tiernos y franceses, con pan recien comprado.. regando el gaznate con un vino tinto peleón enfriado en el mar...que me supo a gloria bendita, solo faltó la gaseosa... Eran dos bellas señoras, sirenas...como vosotras, muy hermosas, morenas...de no mas de treinta años, cada una, bien equipadas en su delantera...moldeadas con curvas que aún me marean, pieles tostadas con muchos días al sol, cabellos cortos, ojos alegres, manos pequeñas... Allí, en bolas, tomando queso, sombra, vino y sol...hablando en gabacho de la vida...enseñandoles alguna palabra divertida en español...bebiendo, charlando, bebiendo... Y se fué poniendo el sol. Tarde interesante...estómago saciado para unos cuantos días...vino a discrección...que me desinibía.... a mi y a ellas. Nos dimos un baño, nadamos en competición hasta las rocas mas cercanas...jugamos en el agua y en la playa como tres amigos que se conocen desde la infancia... Estaba mojado, lleno de arena...feliz. Me cogieron de la mano, cada una por un lado...y me llevaron a su tienda...decididas. Os ahorraré detalles, sirenas...si acaso otro día os los cuento...pero debeis saber que ni en mis mas atrevidos sueños tuve la osadía de soñar que algo como aquello me podía a mi pasar...ni siquiera en el cielo. Horas de amor...de piel que quiere piel...de labios que besan cada rincón...que juegan junto al mar...que saborean cada ola...cada grano de su sal...almas que olvidan sus penas...cuerpos que se entremezclan...placer...dar y recibir caricias...cariño...una pasión almacenada... por fin liberada de unos cuerpos... Así debió ser el templo de Venus. Por la mañana me fuí a nadar..las dejé en su colchón...dormían abrazadas como deben de dormir dos hermanas...o dos amigas del alma. Al volver desde mis dominios de pesca...ya no estaban...al llegar a mi tienda encontré en una bolsa los restos de su nevera...queso, embutidos, pan, latas, algo de vino... y para mi sorpresa... un billete de mil... envuelto en un papel... que solo decía... ¡¡Merci!! Al día siguiente, recogí mis cosas y me fuí. ¿Os ha gustado Sirenas? No, no fué un sueño...sucedió de verdad. ¿Quereis que os cuente más? |
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Amigo del pirineo..es Usted toda una revelacion..me imagino que no solo para mi..sino para los demas. Que manera tan amena de relatar vivencias..sucedio en verdad?..no importa..me atrapo su relato..igual que la primera vez que lo vi aca. Desde antes y siempre..me acomodare aca,en mi Caribe entre palmeras,a disfrutar de sus historias..igual que hizo el Sultan con Scherezade. y vuelvo a tener treinta años...la piel negra, toda entera...menos kilos...y en mis montañas...huele a mar...a cuerpos de sirenas...tengo sueñps de dulce despertar. Un beso.
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Amigo del pirineo..es Usted toda una revelacion..me imagino que no solo para mi..sino para los demas. Que manera tan amena de relatar vivencias..sucedio en verdad?..no importa..me atrapo su relato..igual que la primera vez que lo vi aca. Desde antes y siempre..me acomodare aca,en mi Caribe entre palmeras,a disfrutar de sus historias..igual que hizo el Sultan con Scherezade.
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6/4/2007 11:15 am |
Ay marinero!!! que susceptible estás!!! Los afectos siempre deben ser únicos... tú eres tú, y no eres comparable a nadie más... tu eres mi marinero, igual que Javier es mi duende, o Brigadum mi asturianilla... a eso me refiero... no quiero estar inmersa en un conjunto sino ser yo!!!! De todos modos, solo quise poner una nota de humor... si tu quieres considerarme una sirena más, pues sea!!! aunque no puedo irme sin hacerte notar algo que has dicho... seguro que no has sido nunca un amigo fiel?? creo que te traicionaron las palabras, querido amigo, estoy segura de que saber serlo, es más, de que lo eres... Se puede ser amigo fiel de mil sirenas... no lo crees marinero?? Anda, no seas malo.... y leete de nuevo
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6/4/2007 10:31 am |
Mi querido marinero... sabes bien que yo no quiero ser sirena donde hay tantas que quieren subir a la barca.... me conformo con ser saeta, que eso... eso de momento, es exclusivo de la brujilla... lo siento, marinero, mujer soy, y por lo tanto, ya sabes... siempre queriendo ser única en los afectos!!!!
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6/3/2007 1:30 pm |
Los pinos y las arenas... Andalucía, tierra donde reposan mis ancestros. Besos para ti. Pere, otra que pretende vivir cada día más ligera de equipaje
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6/2/2007 3:37 pm |
Que si me gusto? Que si quiero mas? SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII Maravillosa tu historia, que forma de ver el mundo, con plena libertad, recorriendo tus letras pude ver cada escena en mi mente, en la de los desnudos pues si les puse ojitas de parra jejeje y la aventura con tus sirenas wow creo q es el sueño de muchos hombres pero q a ti se te hizo realidad, que historia... Un beso, mejor, mil besos y un gran abrazo, tu historia se lo ha ganado y gracias por contarnos tus vivencias, con cariño tu amiga... Aurora
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Soy tu sirena ....del mar caribe y tu eres naufrago en mi playa Sirena me siento en este mar profundo, y a pesar de tus ojos de miradas perdidas llegas a mí y tu boca es arena ¡Soy amor, soy tu sirena!, sentimiento que te grito con el eco de mi esencia, venturoso paisaje para que de mí recibas gloria. Velos caidos de tu espíritu le llevan la quietud a la luna que siente pena, donde las olas de nácar y su cuerpo con el embrujo de tu ser, se queda. Sublime es este amor que nació de una mirada con espuma de caracolas. ¡Soy amor, soy tu sirena!, y este amor de roca en mis latidos se queda. Besitos y continua deleitandonos con tan divinas historias....un abrazo invisible desde mi oasis! TURKA
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5/31/2007 7:49 am |
HOLA ERES REALMENTE CHORO,como diríamos aquí en mi país ,me encanta la gente que no tiene perjuicios. YO seria feliz recorriendo el mundo asi,la pena mía, es que ya es un poco tarde para salir con mochila al hombro . Sigue nos contando de tu vida,porque habemos bastantes curiosas que creo te estimamos .Mil CARIÑOS DE Isidoradeundia.
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5/30/2007 11:55 pm |
Gracias, marinero, por la dedicatoria... pero yo.. que sin duda soy curiosa.... me pregunto y me sigo preguntando.... si las sirenas no tienen piernas... no sé como consumasteis tanta noche de placer.... ya sabes, marinero, que por eso yo jamás me considero de tus sirenas.... porque yo quiero seguir teniendo piernas!!!!! Me gustó tu relato, siguenos contando, marinero.
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jajaja Amigo del pirineo: Que cosas son las que tú escribes. Me encanta de verdad la forma en que narras tu aventura en bolas, como dices tú! Debió de ser al principio, muy hilarante el resultado de verte tan tímido cuando todos ahí, seguramente son tan pero tan extrovertidos. Me he reído tanto y al final, bueno amigo... que ha sido una aventura fenomenal, lo mejor de todo fue el pago, jajaja, y el merci. Sigue escribiendo tus anécdotas, que seguiré tus pasos e imaginarme peripecias tuyas tan fenomenales. Un beso y un abrazo fuerte con amistad sincera. Veronik Perséfone[COLOR purple]
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Has caminado por muchas playas marinero y tienes mucho que contar....te seguiré escuchando.....Buenas noches.
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Hola José Luis, Gracias por visitar mi playa...y gracias por tu bello comentario. Sí, yo he visitado la tuya algunas veces y me encanta lo que escribes...tus historias, tus ocurrencias. Esta en particular me ha encantado, yo sueño con algún día tomar mi mochila e irme a aventurar por ahí... Un abrazo
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5/30/2007 4:41 pm |
Siiiiiiiii, soy muy curiosa, claro que quiero que me cuentes más!! Hay un rostro en las gentes que me gusta descubrir, son esas personas que caminan por la vida, con una sonrisa amable, un rostro tranquilo, pero en sus ojos...hay una eternidad de historias vividas!! Sin lugar a dudas eso puedo verlo en tu rostro y el anterior relato, no me deja mentir., y es que además, no es solo revivir el momento, sino recuadrarlo, recrearlo y compartirlo, despertando en quienes te leen esa rica curiosidad que vienen con las aventuras melodiosamente picantes. Un abrazo fraterno Martha
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