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para pensar El mundo desde arriba (El no nato) ¡Ah, qué belleza se contempla desde el cielo! ¡Qué paz! Cuánta calma… Me encuentro ahora en el salón de juegos Rodeado de miles y miles de almas No tenemos aún sexo; pues somos energÃa pura Y no tenemos ningún cuerpo. Somos como rayitos de luz Deambulando por doquier. Aquà el tiempo no existe, Nuestro tiempo es la eternidad Y estamos esperando el momento En que podamos nacer. Escucho una voz, me llama un maestro; Es un alma vieja, con un poco más de evolución que yo. Atiendo su llamado Y me dice que mi tiempo ha llegado Que debo bajar a la tierra; pues una mujer hermosa Por mucho tiempo me ha deseado tener. Que la misión y el deber que tengo Es aprender a amar, a ser feliz y perdonar. ¡Cosa sencilla! He pensado yo; Pues en donde me estoy ahora todo es felicidad, Todos nos amamos y no hay nada que perdonar… Antes de bajar a la tierra, me permiten que dé un vistazo A lo que será mi nuevo hogar. Pero con tristeza veo que mi madre esta llorando, Que mi padre le grita y la esta insultando. Yo no sé en verdad que es lo que está pasando; Y como no quiero ver sufrir a mi mamita Me apuro para bajar a la tierra, para hacerla feliz Y pronto estar a su lado. Ahora me encuentro en un espacio pequeño Entre el agua flotando; Siento el corazón de mi madre latir, Siento como todo su calor me está dando. Sé que tendré que estar aquà algunos meses; Que un nuevo cuerpo se me irá formando, Que un sexo tengo que elegir Y tengo algunos dÃas para pensarlo. En el dÃa me encuentro plácidamente Mi madre me acaricia a través de su vientre Y me canta; la veo contenta y eso me agrada; Pero, en la noche que mi padre llega, Se pone mal humorado, por la nada le grita; Y eso me espanta. ¡Ya sé! Elegiré ser varón… Cuando crezca, yo cuidaré de mi mamitaEl mundo desde arriba (El no nato) ¡Ah, qué belleza se contempla desde el cielo! ¡Qué paz! Cuánta calma… Me encuentro ahora en el salón de juegos Rodeado de miles y miles de almas No tenemos aún sexo; pues somos energÃa pura Y no tenemos ningún cuerpo. Somos como rayitos de luz Deambulando por doquier. Aquà el tiempo no existe, Nuestro tiempo es la eternidad Y estamos esperando el momento En que podamos nacer. Escucho una voz, me llama un maestro; Es un alma vieja, con un poco más de evolución que yo. Atiendo su llamado Y me dice que mi tiempo ha llegado Que debo bajar a la tierra; pues una mujer hermosa Por mucho tiempo me ha deseado tener. Que la misión y el deber que tengo Es aprender a amar, a ser feliz y perdonar. ¡Cosa sencilla! He pensado yo; Pues en donde me estoy ahora todo es felicidad, Todos nos amamos y no hay nada que perdonar… Antes de bajar a la tierra, me permiten que dé un vistazo A lo que será mi nuevo hogar. Pero con tristeza veo que mi madre esta llorando, Que mi padre le grita y la esta insultando. Yo no sé en verdad que es lo que está pasando; Y como no quiero ver sufrir a mi mamita Me apuro para bajar a la tierra, para hacerla feliz Y pronto estar a su lado. Ahora me encuentro en un espacio pequeño Entre el agua flotando; Siento el corazón de mi madre latir, Siento como todo su calor me está dando. Sé que tendré que estar aquà algunos meses; Que un nuevo cuerpo se me irá formando, Que un sexo tengo que elegir Y tengo algunos dÃas para pensarlo. En el dÃa me encuentro plácidamente Mi madre me acaricia a través de su vientre Y me canta; la veo contenta y eso me agrada; Pero, en la noche que mi padre llega, Se pone mal humorado, por la nada le grita; Y eso me espanta. ¡Ya sé! Elegiré ser varón… Cuando crezca, yo cuidaré de mi mamita Y la protegeré de toda perturbación. Ahora tan solo tengo dos meses de estar dentro de este vientre, Que me alimenta y que es una fuente de amor; Siento como al caminar me mece y me arrulla; No tengo frÃo y me siento protegido con tanto amor. ¡Oh! ¡Oh!... ¡No puedo creerlo!, mi padre ha llegado tomado, Está peor que nunca, ya no solo grita e insulta a mi madre; Esta vez, le ha golpeado… Esto me duele, porque cuando a ella la sacude a mi me lastima. ¿Qué pasa Señor? ¿Por qué nadie nos defiende?... Mi mami cae al suelo inconciente Y yo siento como me desprendo poco a poco de su vientre. Estoy muy triste; me tengo que ir… De nuevo me llaman desde el cielo Y me dicen que tengo que volver. Pero antes de regresar; debo aprender a perdonar; Perdonar al que iba a ser mi padre; que por inconciencia, Por inmadurez o por lo que sea; no supo cuidarme. Con mi madre fui feliz, la amé y sentà cuanto me amaba… Finalmente la misión que tenÃa que cumplir se acababa. Fue muy breve mi estancia en esta tierra; Pero todo tiene un fin. Hoy regreso al cielo, a esperar de nuevo El momento de nacer. Solo te digo mami, que te quiero mucho… Te agradezco el amor que me brindaste Y solo te pido que perdones a mi papito; Yo sé que él no me querÃa herir. Nuestro Dios bendito me ha llamado al cielo de nuevo Simplemente mi misión la cumplÃ… Pronto estaremos juntos de nuevo; Porque a donde voy te espero Y sé que pronto estarás aquÃ. |
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9/26/2009 4:12 am |
JAJAJAJA QUE GRACIOSO AMIGO! ME ENTRO LA DUDA DE PORQUE ESE TEMA EN TU BLOG, SABES ESE DIA CUMPLO AÑOS YO! COMO VES. SALUDOS 
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