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gonzal82 61M
688 posts
1/7/2008 8:18 pm

Last Read:
1/16/2008 7:28 am

Las expectativas de Píramo y Tisbe


Cada vez que se inicia un nuevo año siempre está lleno de expectativas que nosotros elegimos o decidimos aceptar o imponernos. Estas expectativas uno de los principales estímulos que conducirán el grado de angustia que nos acompañara durante todo el transcurso del mismo.
Pero estará bien que hagamos tal cumulo de promesas? Cuando examinamos la vida de aquellos que se conducen sin metas en la vida podemos llegar a pensar que es correcto el plantearse estas expectativas. Que suele suceder con aquellos que no lo hacen? Realmente sufrirán de angustias menores?

Recordemos aquella fabula de piramo y tisbe! Ovidio narra de forma magistral la historia fabulezca de estos jóvenes

La ciudad de Babilonia
--famosa, no por sus muros--
(Fuesen de tierra cocidos
O sean de tierra crudos),
Sino por los dos amantes,
Desdichados hijos suyos,
Que, muertos, y en un estoque,
Ha peregrinado el mundo--
Citarista dulce, hija
del Archipoeta rubio,
si al brazo de mi instrumento
le solicitas el pulso,
digno sujeto será
de las orejas del vulgo:
popular aplauso quiero;
perdónenme sus tribunos.
Píramo fueron y Tisbe,
los que en verso hizo culto
el licenciado Nasón
(bien romo o bien narigudo)
dejar el dulce candor
lastimosamente oscuro
al que túmulo de seda
fue de los dos casquilucios
moral que los hospedó;
Y fue condenado al punto,
Si del Tigris no en raíces,
De los amantes en frutos.
Estos, pues, dos babilonios
Vecinos nacieron mucho
Y tanto, que una pared
De oídos no muy agudos
En los años de su infancia
oyó a las cunas los tumbos,
a los niños los gorjeos
y a las amas los arrullos.
Oyólos, y aquellos días
tan bien la audiencia le supo,
que años después se hizo
rajas en servicio suyo.
En el ínterin nos digan
los mal formados rasguños
de los pinceles de un ganso
sus dos hermosos dibujos.
Terso marfil su esplendor,
no sin modestia, interpuso
entre las ondas de un sol
y la luz de dos carbunclos.
Libertad dice llorada
el corvo süave luto
de unas cejas, cuyos arcos
no serenaron diluvios.
Luciente cristal lascivo
(la tez, digo, de su vulto)
vaso era de claveles
y de jazmines confusos.
Arbitro de tantas flores
lugar el olfato obtuvo
en forma no de nariz,
sino de un blanco almendruco.
Un rubí concede o niega,
según alternar le plugo,
entre veinte perlas netas
doce aljófares menudos.
De plata bruñida era
proporcionado cañuto,
el órgano de la voz,
la cerbatana del gusto.
Las pechugas, si hubo fénix,
suyas ; si no la hubo,
de los jardines de Venus
pomos eran no maduros.
El etcoetera es de mármol,
cuyos relieves ocultos
ultraje mórbido hicieran
a los divinos desnudos
la vez que se vistió Paris
la garnacha de Licurgo
cuando Palas por vellosa
y por zamba perdió Juno.
A ésta desde el glorïoso
umbral de su primer lustro
niña la estimó el Amor
de los ojos que no tuvo.
Creció deidad, creció invidia
de un sexo y otro. ¿Qué mucho
que la fe erigiese aras
a quien la emulación culto?
Tantas veces de los templos
a sus posadas redujo
sin libertad los galanes
y las damas sin orgullo,
que viendo quien la vistió
(nueve meses que la trujo)
de terciopelo de tripa
su peligro en los concursos,
las reliquias de Tisbica
engastó en lo más recluso
de su retrete, negado
aun a los átomos puros.
¡O Píramo lo que hace,
joveneto ya robusto,
que sin alas podía ser
hijo de Venus segundo!
Narciso, no el de las flores
pompa, que vocal sepulcro
construyó a su boboncilla
en el valle más profundo,
sino un Adonis caldeo
ni jarifo, ni membrudo
que traía las orejas
en las jaulas de dos tufos.
Su copetazo pelusa,
si tafetán su testuzo;
sus mejillas mucho raso;
su bozo poco velludo.
Dos espadas eran negras
a lo dulcemente rufo
sus cejas, que las doblaron
dos estocadas de puño.
Al fin en Píramo quiso
encarnar Cupido un chuzo,
el mejor de su armería,
con la herramienta al uso.
Este, pues, era el vecino,
el amante y aun el cuyo
de la tórtola doncella
gemidora a lo vïudo:
que de las penas de amor
encarecimiento es sumo
escuchar ondas sediento
quien siente frutas ayuno.
Intimado el entredicho
de un ladrillo y otro duro,
llorando Píramo estaba
apartamientos conjuntos,
cuando fatal carabela
(émula, mas no del humo
en los corsos repetidos)
aferró puerto seguro;
familïar tapetada
que, aun a pesar de lo adusto,
alba fue, y Alba a quien debe
tantos solares anuncios.
Calificarle sus pasas
a fuer de Aurora propuso,
los Críticos me perdonen
si dijere con ligustros.
Abrazóle sobarcada
--y no de clavos malucos--
en nombre del azucena,
desmentidora del tufo,
siendo aforismo aguileño,
que matar basta a un difunto
cualquier olor de costado,
o sea morcillo o rucio.
Al estoraque de Congo
volvamos, Dios en ayuso,
a la que cuatro de a ocho
argentaron el pantuflo.
Avispa con libramiento
no voló como ella anduvo;
menos un torno responde
a los devotos impulsos,
que la mulata se gira
a los pensamientos mudos.
¡O destino inducidor
de lo que has de ser verdugo!
Un día que subió Tisbe,
humedeciendo discursos,
a enjugarlos en la cuerda
de un inquïeto columpio,
halló en el desván acaso
una rima que compuso
la pared sin ser poeta,
más clara que las de alguno.
Había la noche antes
soñado sus infortunios;
y, viendo el resquicio entonces,
-Esta es, dijo, no dudo;
ésta es, Píramo, la herida
que en aquel sueño importuno
abrió dos veces el mío
cuando una el pecho tuyo.
La fe que se debe a sueños
y a celestiales influjos
bien lo dice de mi aya
el incrédulo repulgo.
¿Lo que he visto a ojos cerrados
más auténtico presumo
que del amor que conozco
los favores que descubro?
Efecto improviso es,
no de los años diuturno,
sino de un niño en lo flaco
y de un dios en lo oportuno.
Pared que nació conmigo,
del amor sólo el estudio,
no la fuerza de la edad,
desatar sus piedras pudo.
Mas ¡ay! que taladró niño
lo que dilatara astuto;
que no poco daño a Troya
breve portillo introdujo.
La vista que nos dispensa
le desmienta el atributo
de ciego en la que le ata
ociosa venda el abuso.
Llegó en esto la morena,
los talares de Mercurio
calzada en la diligencia
de diez argentados puntos,
y, viendo extinguidos ya
sus poderes absolutos
por el hijo de la tapia,
que tendrá veces de Nuncio,
si distinguirse podía
la turbación de lo turbio,
su ejercicio ya frustrado
le dejó el ébano sucio.
Otorgó al fin el infausto
abocamiento futuro
y, citando la otra parte,
sus mismo autos repuso.
Con la pestaña de un lince
barrenando estaba el muro,
si no adormeciendo Argos
de la suegra substitutos,
cuando Píramo, citado,
telares rompiendo inmundos
que la émula de Palas
dio a los divinos insultos,
-Barco ya de vistas, dijo,
angosto no, sino augusto,
que, velas hecho tu lastre,
nadas más cuando más surto,
poco espacio me concedes;
mas basta, que a Palinuro
mucho mar le dejó ver
el primero breve surco.
Si a un leño conducidor
de la conquista o del hurto
de una piel fueron los dioses
remuneradores justos,
a un bajel que pisa inmóvil
un Mediterráneo enjuto
con los suspiros de un sol
bien le deberán coluros.
Tus bordes beso piloto,
ya que no tu quilla buzo,
si revocando mi voz,
favorecieses mi asunto.
Dando luego a sus deseos
el tiempo más oportuno,
frecuentaban el desván,
escuela ya de sus cursos.
Lirones siempre de Febo,
si de Dïana lechuzos,
se bebían las palabras
en el polvo del conducto.
¡Cuántas veces impaciente
metió el brazo, que no cupo,
el garzón, y lo atentado
le revocaron por nulo!
¡Cuántas el impedimento
acusaron de consuno,
al pozo que es de por medio,
si no se besan los cubos!
Orador Píramo entonces,
las armas jugó de Tulio,
que no hay áspid vigilante
a poderosos conjuros.
Amor, que los asistía,
el vergonzoso capullo
desnudó a la virgen rosa
que desprecia el tirio jugo.
Abrió su esplendor la boba
y a seguillo se dispuso:
¡trágica resolución,
digna de mayor coturno!
Medianoche era por filo
--hora que el farol nocturno,
reventando de muy casto,
campaba de muy sañudo--
cuando, tropezando Tisbe,
a la calle dio el pie zurdo,
de no pocos endechada
caniculares aúllos.
Dejó la ciudad de Nino
y, al salir, funesto buho
alcándara hizo umbrosa
un verdinegro aceituno.
Sus pasos dirigió donde
por la boca de dos brutos
tres o cuatro siglos ha
que está escupiendo Neptuno.
Cansada llegó a su margen,
a pesar del abril, mustio;
y, lagrimosa, la fuente
enronqueció su murmurio.
Olmo, que en jóvenes hojas
disimula años adultos,
de su vid florida entonces
en los más lascivos nudos,
un rayo sin escuderos
o de luz o de tumulto
le desvaneció la pompa
y el tálamo descompuso.
No fue nada: a cien lejías
dio ceniza. ¡O cielo injusto,
si tremendo en el castigo,
portentoso en el indulto!
La planta más convecina
quedó verde; el seco junco
ignoró aun lo más ardiente
del acelerado incurso.
Cintia caló el papahigo
a todo su plenilunio
de temores velloríes,
que ella dice que nublos.
Tisbe entre pavores tantos
solicitando refugios,
a las ruïnas apela
de un edificio caduco.
Ejecutarlo quería
cuando la selva produjo
del egipcio o del tebano
un cleoneo trïunfo,
que en un prójimo cebado
(no sé si merino [o] burdo),
babeando sangre, hizo
el cristal líquido impuro.
Temerosa de la fiera
aun más que del estornudo
de Júpiter, puesto que
sobresalto fue machucho,
huye, perdiendo en la fuga
el manto: ¡fatal descuido
que protonecio hará
al señor Piramiburro!
A los estragos se acoge
de aquel antiguo reducto,
noble ya edificio, agora
jurisdicción de Vertumno.
Alondra no con la tierra
se cosió al menor barrunto
de esmerjón como la triste
con el tronco de un saúco.
Bebió la fiera, dejando
torpemente rubicundo
el cendal que fue de Tisbe,
y el bosque penetró inculto.
En esto llegó el tardón,
que la ronda le detuvo
sobre quitarle el que fue,
aun envainado, verdugo.----
Llegó, pisando cenizas
del lastimoso trasunto
de sus bodas, a la fuente,
al término constituto;
y, no hallando la moza,
entre ronco y tartamudo
se enjaguó con sus palabras,
regulador de minutos.
De su alma la mitad
cita a voces, mas sin fruto,
que socarrón se las niega
el eco más campanudo.
Troncos examina huecos,
mas no le ofrece ninguno
el panal que solicita
en aquellos senos rudos.
Madama Luna a este tiempo
a petición de Saturno
el velo corrió al melindre
y el papahigo depuso
para leer los testigos
del proceso ya concluso,
que publicar mandó el hado
cuál más, cuál menos perjuro:
las huellas cuadrupedales
del coronado avernucio,
que a esta sazón bramando,
tocó a vísperas de susto;
las espumas que la hierba
más sangrientas las expuso,
que el signo las babeó,
rugiente pompa de julio;
indignamente estragados
los pedazos mal difusos
del velo de su retablo,
que ya de sus duelos juzgo.
Violos y, al reconocerlos,
mármol obediente al duro
cincel de Lisipo, tanto
no ya desmintió lo esculto
como Píramo lo vivo,
pendiente en un pie a lo grullo,
sombra hecho de sí mismo,
con facultades de bulto.
Las señas repite falsas
del engaño a que le indujo
su fortuna, contra quien
ni lanza vale ni escudo.
Esparcidos imagina
por el fragoso arcabuco
(ebúrneos diré, o divinos?
Divinos digo y ebúrneos.)
los bellos miembros de Tisbe;
y aquí otra vez se traspuso,
fatigando a Praxiteles
sobre copiallo de estuco.
La Parca, en esto, las manos
en la rueca y en el huso,
como dicen, y los ojos
en el vital estatuto,
inexorable ó
la dura tijera, a cuyo
mortal Píramo, vuelto
del parasismo profundo,
el acero que Vulcano
templó en venenosos zumos,
eficazmente mortales
y mágicamente infusos,
valeroso desnudó
y no como el otro Mucio
asó entrépido la mano,
sino el asador tradujo
por el pecho a las espaldas.
¡O tantas veces insulso
cuantas vueltas a tu hierro
los siglos dieren futuros!
¿Tan mal te olía la vida?
¡Oh bien hi de puta, puto
el que sobre tu cabeza
pusiera un cuerno de juro!
De vïolas coronada
la Aurora salió con zuño,
cuando un gemido de a ocho
--aunque mal distinto el cuño--,
cual engañada avecilla
de cautivo contrapunto
a implicarse desalada
en la hermana del engrudo,
la llevó donde el cuitado
en su postrimero turno
desperdiciaba la sangre
que recibió por embudo.
Ofrécele su regazo
--y yo le ofrezco en su muslo
desplumadas las delicias
del pájaro de Catulo.
En cuanto boca con boca
confitándole disgustos
y heredándole aun los trastos
menos vitales estuvo,
expiró al fin en sus labios;
y ella, con semblante enjuto
que pudiera por sereno
acatarrar a un centurio
con todo su morrïon,
haciendo el alma trabuco
de un '¡ay!', se caló en la espada
aquella vez que le cupo.
Pródigo desató el hierro,
si crüel, un largo flujo
de rubíes de Ceilán
sobre esmeraldas de Muso.
Hermosa quedó la muerte
en los lilios amatuntos,
que salpicó dulce hielo,
que tiño palor venusto.
Lloraron con el Eufrates
no sólo el fiero Danubio,
el siempre Araxes flechero
--cuando parto y cuando turco--,
mas con su llanto lavaron
el Bucentoro dïurno,
cuando sale, el Ganges loro;
cuando vuelve, el Tajo rubio.
El blanco moral, de cuanto
humor se bebió purpúreo,
sabrosos granates fueron
o testimonio o tributo.
Sus muy reverendos padres,
arrastrando luengos lutos
con más colas que cometas,
con más pendientes que pulpos,
jaspes (y de más colores
que un áulico disimulo)
ocuparon en su huesa,
que el siro llama sepulcro;
aunque es tradición constante,
si los tiempos no confundo
(de cronólogos, me atengo
al que calzare más justo),
que ascendiente pío de aquel
desvanecido Nabuco,
que pació el campo medio hombre,
medio fiera y todo mulo,
en urna dejó decente
los nobles polvos inclusos,
que absolvieron de ser huesos
cinamomo y calambuco;
y en letras de oro:

Saludos,

Jose Luis

gonzal82 [


gonzal82 61M
857 posts
1/16/2008 7:28 am

    Quoting  :

ME ALEGRA TE HAYA GUSTADO VICKY,
UN ABRAZO,
JOSE LUIS

Saludos,

Jose Luis

gonzal82 [


gonzal82 61M
857 posts
1/8/2008 6:10 pm

    Quoting  :

Hola Cori! Antes que nada. Deseo que este sea un gran año para ti y que traiga junto con la mucha paz felicidad y ver grandes logros para tu vida.
Estoy 100% de acuerdo con lo que dices. Sin embargo, soy de las personas que suele llenar la agenda con más cosas de las que puedo hacer en un día por lo que termino medio estresado. Así que necesito con frecuencias personas como tú que me recuerden que debo tomar las cosas con calma, como dices tú hacerme un favor a mi mismo! Me encanto tu comentario.
Un abrazo,
Jose Luis

Saludos,

Jose Luis

gonzal82 [


gonzal82 61M
857 posts
1/8/2008 6:00 pm

    Quoting  :

Mi querida y apreciada Vicky que alegría es tenerte nuevamente en este espacio! Igualmente te deseo un gran año y que podamos contar con tu presencia, tus hermosos escritos y tu gran sensibilidad humana.
Un beso,
Jose Luis

Saludos,

Jose Luis

gonzal82 [


gonzal82 61M
857 posts
1/8/2008 5:46 pm

    Quoting lumaco54:
    Hola
    Me alegra vuelvas
    Lamento sea tan largo el escrito
    de verdad me cuesta
    Y como tal vez no haré comentario
    con propiedad, pues no me fue posible comprender
    Te deseo un año, como tú lo trabajes
    Un abrazo alas de cónodr
La historia original de esta fábula se encuentra en la obra escrita por Ovidio “METAMORFOSIS”. En este caso es la versión de Luis de Congora considerada un clásico de la expresión barroca de la época. Congora es uno de los que encabezan el movimiento del Culteranismo en lo que fue el siglo de oro de la literatura española. Movimiento que propiciaba un estilo literario rico en neologismo así como metáforas bien complicadas pero ricas en giros e hipérboles y que estaba destinado a un pequeña minoría culta. De ahí que no es fácil comprenderla a través de una lectura rápida, sino que tiene que ser leído varias veces y tratar de interpretar ciertos conceptos. Por supuesto, tiene sus detractores, sin embargo, es considerada al igual que el Quijote una obra literaria universal. Por eso no me atreví a cortarla! De toda manera si la resumimos esta historia es de dos jóvenes de extremada belleza que crecen en casas contiguas y se enamoran a pesar de las prohibiciones de sus padres. La única posibilidad de comunicación era a través de miradas y señas hasta que descubren una rendija en la pared que unía las dos casas. De tal manera que pudieron hablar y concertar una cita. Sin embargo nunca llegaron a coincidir en el encuentro, la primero en llegar fue Tisbe pero una leona que se acercaba al sitio a beber agua y que acababa de cazar a un animal la asusta y esta sale corriendo y se le cae el velo que la cubría, la leona se pone a jugar con el velo y como tenia la boca llena de sangre el velo quedo todo manchado. Cuando llega Píramo y encuentra el velo manchado de sangre piensa que el animal ha matado a Tisbe y se suicida clavándose una espada. Al rato aparece Tisbe que se había escondido y regresa al lugar convenido y encuentra a Píramo agonizante y decide suicidarse. Por esta razón mi exposición sobre las expectativas! A veces nos cegamos ante una meta que pareciera no cumplirse y nos adelantamos a sacar conclusiones y terminamos suicidándonos con la meta, claro en sentido figurado, es decir la abandonamos porque no vemos otra salida. Pero es este ínterin la angustia nos consume y junto con ella un cumulo de enfermedades asociadas a esta angustia.
Un placer poder seguir contando en este ano con tu presencia en este espacio. Demás esta decirte que te deseo lo mejor para este año y que todas tus metas y proyectos se puedan cumplir.
Un abrazo inmenso y un beso
Jose Luis

Saludos,

Jose Luis

gonzal82 [