CARMEN BOULLOSA
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Posted:Jul 27, 2008 9:30 am
Last Updated:May 5, 2024 10:14 am 7767 Views
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LA SALVAJA de Carmen Boullosa
El fuego, otra vez fuego, el fuego junto a la lumbre, en el piso, subiendo por los sillones, cruzando las ventanas, y tras él el fuego, solamente el fuego.
El fuego otra vez, ¿No lo ven? ¡No lo ven! Es el fuego. Les parezco una mujer sentada.
Quiero vestirme. La ropa interior que yo traía puesta, abrió sus tejidos, los venció el calor, la blusa abrió sus tejidos, vencida también, la falda cedió sus hilos, ardiendo los dejó caer...
Quiero vestirme.
El fuego. No tengo más que el fuego: Soy la desnuda, la que no tiene encantos.
Quiero vestirme.
Quemo mis vestidos. Mil cabellos están vencidos también por el calor, mis pestañas, mis ojos; mi saliva, un día intacta, también te espera rendida, vencida, humillada, doblada, hincada, herida como el vapor, como el vapor aislada, ahogada en tu espera.
Quiero vestirme. No hay animal con el que pueda compararme, desnuda estoy como el ganso o el lirio, no hay planta con la que pueda compararme, quemada estoy, quemándome, impaciente, interminablemente.
¡Que me ayuden los asnos! ¡Que acudan a mi ayuda los cerdos o las garzas, los ruiseñores o las cañas de azúcar! ¡Nada puede ayudarme! ¡Vencida estoy por ti, por ti fui por mí abandonada!
FILO DE LUZ
Filo de luz, fruta abierta que a la noche vuelves fuego y que a la llama cambias en fresco sentido: llego a buscar tu aliento: más sedienta: pozo de amor que me asombras, cántaro de día.
*
Tu cuerpo pulsado por sí mismo es en mis oídos viento claro y fresco, sonido límpido del cobre y del aliento:
eres tus labios rezumantes de lima, eres tus ojos recubiertos de bruma, eres tu mano fina ciñéndose cierva:
porque en ti anida el mar, eres su guía, y de ti la más torpe raíz bebe su espina:
porque tú eres el viento y eres también la boca virgen que muchos metros ocultan.
CARTA AL LOBO
Querido Lobo:
Llego aquí después de cruzar el mar abierto del bosque, el mar vegetal que habitas, el abierto de ira en la oscuridad y en la luz que lo cruza a hurtadillas, en su densa, inhabitable noche de aullidos que impera incluso de día o en el silencio, mar de resmas de hojas que caen y caen y crecen y brotan, todo al mismo tiempo, de yerbas entrelazadas, de mareas de pájaros, de oleadas de animales ocultos. Llegué aquí cruzando el puente que une al mundo temeroso con tu casa, este lugar inhóspito, inhóspito porque está la mar de habitado, habitado como el mar.
En todo hay traición porque todo está vivo...
Por ejemplo, aquello, si desde aquí parece una sombra, ¿hacia dónde caminará cuando despierte? Como fiera atacará cuando pase junto a él, cuando furioso conteste al sonido de mis pasos. Así todo lo que veo.
En todo hay traición ...era el camino, lobo, la ruta que me lleva a ti...
Escucha mi delgada voz, tan cerca. Ya estoy aquí. Escoge de lo que traje lo que te plazca. Casi no puedes mirarlo, insignificante como es, perdido en la espesura que habitas.
Estoy aquí para ofrecerte mi cuello, mi frágil cuello de virgen, un trozo pálido de carne con poco, muy poco que roerle, tenlo, tenlo.
¡Apresura tu ataque! ¿Te deleitarás con el banquete? (No puedo, no tengo hacia dónde escapar y no sé si al clavarme los dientes me mirarás a los ojos).
Reconociéndome presa y convencida de que no hay mayor grandeza que la del cuello de virgen entregándose a ti, ni mayor bondad que aquella inscrita en tu doloroso, lento, interminable y cruel amoroso ataque, cierro esta carta.
Sinceramente tuya,
Carmen.
PUERTO SIN MAR
En el puerto, un bosque de containers reemplaza a las gaviotas, y los perros husmeando en los basureros, a los osos, atados a una cuerda, bailando al tambor también esclavo. ¿Dónde están las prostitutas que los marinos buscan, las meretrices de espaldas desnudas, balanceando sus cabellos teñidos? ¿Y dónde los niños cegando sus ojos en el fragor de la calle, para esquivar la visión de las levantadas piernas, enflaquecidas, maternales, ganándose el pan con el remedo de gozo ajeno? Alguien grita en la noche. La música festiva, ¿dónde está? ¿La brisa que debiera soplar para perturbar la yerba y despeinarnos, y la sirena del barco, la red, el faro, las grúas, el remolcador?
Un hombre que pasa detiene el camión que conduce y me pregunta: "¿eres la chica de Rotterdam?, ¿sabes a dónde ir?" Yo no entiendo su lengua y no puedo contestarle. No soy una chica, no he nacido en Rotterdam, no sé siquiera en qué puerto estoy, dónde he varado. La nave que me trajo se ha perdido. Este puerto no es casa de las mujeres, no es refugio para los marinos. Puerto franco, puerto habilitado, puerto profundo, parece que a duras penas llega a ti el mar. Vuelto gris, eres el lomo de la mula que carga. Un silencio voraz reemplaza al grito que en la noche sonara. Todo se va del puerto: las mercancías, los viajeros. La rutina es fugarse. Las jornadas para vaciar el puerto, deshacer el tejido de containers en el hilo par del riel que se prolonga a la distancia. Las grúas socavan las montañas de brillantes desechos, arrojando el despedazadero metálico a las plataformas de los dóciles buques. Todo se va, los marineros, los expendios de cerveza, las salas de cine, las casas y el mar. Todo se va, a todo le es dado irse. Desteje, Penélope, desborda y desbórdate: éste es el territorio para decir adiós, separarse, despedirse: llegaste al despenelopeadero.
¿Cuál sería el momento en que perdí el camino? Este maldito puerto aspira a los fuera de ruta, los chupa, los atrae. Aquí vienen a dar los mercantes y los que no tienen pericia, los barcos ciegos y averiados, los cargueros veloces y los que están en riesgo de hundirse. Aquí traen lo que arrancan a las profundidades de la tierra para quemarlo aquí y aquí venderlo. Traen las maderas de las selvas tropicales, las pieles de leopardos y de tigres, barbas de ballenas, cuernos de búfalos, colmillos de elefantes. Traen loros por millares, loros mudos que aprenderán a repetir "buenos días" en mil lenguas. Traen plumas, olivas, mármoles, huesos, hileras de contalners cargados de osamentas. Aquí se reparte el producto del bestial saqueo, se merca al furioso cocodrilo y a la leche despedazada en polvo. ¿Quién vende córneas, riñones, hígados, vísceras de niños? También comercian órganos que traen desde Argentina. Aquí he caído yo, entre la refinería y el hurto y la empresa empacadora, en los ríos de monedas para los que ensucian y devastan montañas y valles, y vacían el vientre de la tierra. Todo es irse y ganar en este puerto maldito. No hay putas, no hay fiesta, alcohol o música. Algunos fuman marihuana pero nadie ve saltar corderos rosas en sus imaginaciones, ni hay formas sicodélicas, y a las niñas de doce años van a venderlas a otro lugar.
Yo no compro y no vendo. Lo mío es llegar. Salí del desierto donde la luna brilla a diario, donde el camello rumia y el nopal echa la tuna, el higo de Barbarie. Cargo en la bolsa una pequeña piedra con inscripciones romanas que tomé de un templo en Cartago a modo de raiz, para soportar por ella el largo, interminable vacío del mar. Estoy lleno de la sed del desierto y en mi pecho el estetoscopio escucha el rumor de la arena. "Deje el cigarro ya", dice el medico de puerto. Pero yo no fumo. El galeno toma el silbido de arena por un ronquido de humo.
Este lugar podrá significar mi muerte. ¿Dónde está la brisa marina o la fiesta que yo necesito para sobrevivir, la carne regalándose por pocas monedas, las chicas quitándose sus ropas mientras menean resignadas sus caderas? Respiro con dificultad. Vuelve a pasar el tipo idiota y, tomándome por lo que no soy, me vuelve a preguntar: "¿eres la chica de Rotterdam?, ¿sabes a dónde ir?" Tosere sangre si no encuentro dónde echarme un trago y un cuerpo completo para soñar con el árbol y el huracán.
Porque aquí el árbol muere, el huracán se apacigua y al humo o a la arena del pecho los matan con dos píldoras. Aquí los trenes no traquetean para evitar en todo el recuerdo de la cópula. Aquí los canales desembocan en una estatua, monumento patrio, que lleva al pie inscrita una letanía ignorante de la falsedad de los héroes. Todo se va. ¿Cómo puedo yo abandonarlo, si olvidé el camino y perdí mi barcó ¿Deberé tomar la ruta del beso y coger la cuerda que saca al ahogado del pozo, para poder salir? Empiezo: tomo un muchacho de un país vecino, me vuelvo mujer, quiero engañarlo para que me saque de aquí siquiera dos pasos. El muchacho percibe mi treta y me regresa al pozo. Yo me quedo tiritando sin el atavío, casi toso sangre, me cubro. Debo beber del beso, asir la cuerda del ahorcado, amarrarla a mis puños, ignorar el poder de mis zapatos, y, sin dormirme ni un segundo, obedecer al orden del sueño. De aquí toda, sale muerto, embotellado, hecho plástico o gas, convertido en depósito bancario, carne empacada, abrigo de piel, zapatos de víbora, lo cartera del cruel lagarto de Indias, mesa tallada en madera preciosa. Y los salvajes diamantes quedan empotrados a los anillos de infames, sometidos compromisos. ¡Deberán olvidar la sombra, la pureza de la mina, el silencio perfecto, la oscuridad!
Debo salir de aquí. El licor del beso esta para mi negado, y en seco la cuerda del ahorcado es hoja del acero que mata. Anclado mi cuerpo en el fondo lodoso, ahógome donde el agua y el aceite se mezclan. Múerome lentamente. No, del todo: no he memorizado la cartilla del cadáver.
Recuerdo: marinero pericia desierto sol mano - yo le di la mano - le boca yo. Ven - fue lo que dije -, porque no parecía ser trampa, parecía no ser veneno, si escogí un durazno, carne de melocotón fresco para el hambre de una noche, eso, inocente marinero pericia desierto sol risa llorarás. También era yo un ángel y nadie podía realmente tocarme. Tenía mi escudo y yelmo, el camello esperándome y la risa siempre. No tenía yo espalda que el traidor pudiera herir, si yo era un ángel.
No olí el veneno, la raíz de la mandrágora. No vi que él era el amo y el perro de la noche, que yo sería el cuerno del toro herido por el hombre, el flujo mortal del semen. No vi que eras el Norte y el Sur, un meridiano en cuerpo vivo. No vi que no eras hombre. No oí que en ti sonaba el tambor libre. No recordé que fue tu continente quien conquistó al mío. A mi territorio no lo venció la guerra: fue aquello de África que España le traía lo que lo rindió en buena lid. Europa ha escrito nuestra historia mintiendo.
Si me hubieras mirado bien, habrías sabido que tengo más sangre de los suyos que tú mismo. Mira, soy mediterránea. Antes de nacer en el Nuevo Continente vine del norte de África. Traje la danza y los toques de santo a las Antillas, donde, por un momento, fui india en la Encomienda, el blanco me fecundó un hijo, su niño sufrió los azotes del capataz y yo morí de tristeza. En otros tiempos fui una esposa italiana. El duque de Calabria me robó de Corfú, cegado por mi belleza. Tuve diez criadas sólo para mí, dos amas almidonando mis finos miriñaques y peinando mis trenzas. Mamá, la negra, protegida por la noche, al pie del balcón de mi palacio, me cantaba arrullos y consolaba mis penas.
Soy más de tus tierras que tú mismo. Tú escondes pasados en otras latitudes: alguien rompe la tierra para entregar un trecho de ella al dominio del mar, es el ensanchador de arroyos, no teme llenar de lodo la pureza del agua, no cambiar las formas que pensaron los dioses para dar armonía, no comer con tierra el mar, ni abrir canales o tender puentes. Al tuyo no lo sobrecoge el rugido de la ola gigante ni el rayo que cae. Tienes al Cruzado en tus orígenes, al que dibujó a Jerusalem soñándola cristiana, al campésmo guerrero, al hugonote perseguido, al despojador, al que abusó, al que engañó, y al que habitó en la aldea pequeña y fue probo y se ganó el pan con el sudor de la frente. Pero tal vez Aníbal engendró el primero de tu estirpe.
Europa nos saqueó y nos pobló con hijos abandonados África vacio en nosotros sus tesoros, esperando otros de vuelta que no le dimos. A cambio matamos a sus hijos rebeldes, no dejamos en mi ciudad ninguno. En ti ese continente, harto, cobró también contra mí venganza, oyéndole a tu nombre lo que tiene de tambor, al repetirse. Lo oigo también yo.
Naciste de los pies a la cabeza, como el árbol creciste. No fue la placenta quien te alimentó. Eres del manantial, todo del ojo de agua, Venuso sobre la espuma del océa
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GONZALO ROJAS
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Posted:Jul 13, 2008 12:23 pm
Last Updated:Aug 15, 2008 12:01 pm 8014 Views
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INSTANTANEA de Gonzalo Rojas
El dragón es un animal quimérico, yo soy un dragón y te amo, es decir amo tu nariz, la sorpresa del zafiro de tus ojos, lo que más amo es el zafiro de tus ojos;
pero lo que con evidencia me muslifica tus muslos longilíneos cuyo formato me vuela sexo y cisne a la vez aclarándome lo perverso que puede ser la rosa, si hay rosa en la palpación, seda, olfato
o, más que olfato y seda, traslación de un sentido a otro, dado lo inabarcable de la pintura entiéndase por lo veloz de la tersura gloriosa y gozosa que hay en ti, de la mariposa,
así pasen los años como sonaba bajo el humo el célebre piano de marfil en la película; ¿qué fue de Humphrey Bogart y aquella alta copa nórdica cuya esbeltez era como una trizadura: qué fue del vestido blanco?
Décadas de piel. De repente el hombre es décadas de piel, urna de frenesí y perdición, y la aorta de vivir es tristeza, de repente yo mismo soy tristeza;
entonces es cuando hablo con tus rodillas y me encomiendo a un vellocino así más durable que el amaranto, y ahondo en tu amapola con liturgia y desenfreno, entonces es cuando ahondo en tu amapola,
y entro en la epifanía de la inmediatez ventilada por la lozanía, y soy tacto de ojo, apresúrate, y escribo fósforo si veo simultáneamente de la nuca al pie equa y alquimia.
VISA PARA QUE
La radiografía acusa animal rítmico, longevo irremediable. Adiós fanfarria y no es que estemos a salvo pasado el peligro del dos mil: el argumento de las células es otro, el espejo es el mismo pero vamos a ver la cara, la nariz, la perversión de la cara, los ojos encaramados ahí.
Ni el Borges con todo lo loco.
ALEPH
¿Qué veo en esta mesa: tigres, Borges, tijeras, mariposas que no volaron nunca, huesos que no movieron esta mano, venas vacías, tabla insondable?
Ceguera veo, espectáculo de locura veo, cosas que hablan solas por hablar, por precipitarse hacia la exigüidad de esta especie de beso que las aproxima, tu cara veo.
ENIGMA DE LA DESEOSA
Muchacha imperfecta busca hombre imperfecto de 32, exige lectura de Ovidio, ofrece: a) dos pechos de paloma, b) toda su piel liviana para los besos, c) mirada verde para desafiar el infortunio de las tormentas; no va a las casas ni tiene teléfono, acepta imantación por pensamiento. No es Venus; tiene la voracidad de Venus.
ASMA ES AMOR
A Hilda, mi centaura.
Más que por la A de amor estoy por la A de asma, y me ahogo de tu no aire, ábreme alta mía única anclada ahí, no es bueno el avión de palo en el que yaces con vidrio y todo en esas tablas precipicias, adentro de las que ya no estás, tu esbeltez ya no está, tus grandes pies hermosos, tu espinazo de yegua de Faraón, y es tan difícil este resuello, tú me entiendes: asma es amor.
OCTUBRE OCHO
Así que me balearon la izquierda, ¡lo que anduve con esta pierna izquierda por el mundo! Ni un árbol para decirle nada, y víboras, y víboras, víboras como balas, y agárrenlo y reviéntenlo, y el asma, y otra cosa, y el asma, y las tres. Y el asma, el asma, el asma.
Así que las tres, o ya no las tres, ni es el ocho, ni octubre. Así que aquí termina la quebrada del Yuro, así que la Quebrada del Mundo, y va a estallar. Así que va a estallar la grande, y me balearon en octubre.
Así que daban cinco mil dólares por esto, o eran cincuenta mil, sangre mía, por esto que fuimos y que somos, ¡y todo lo que fuimos y somos! Cinco mil por mis ojos, mis manos, cincuenta mil por todo, con asma y todo. Y eso, roncos pulmones míos, que íbamos a cumplir los cuarenta cantando.
Cantando los fatídicos mosquitos de la muerte: arriba, arriba, arriba los pobres, la conducta de la línea de fuego, bienvenida la ráfaga si otros vienen después. Vamos, vamos veloces, vamos veloces a vengar al muerto.
Lo mío —¿qué es lo mío?—: esta rosa, esta América con sus viejas espinas. Toda la madrugada me juzgan en inglés. ¿Qué es lo mío y lo mío sino lo tuyo, hermano? La cosa fue de golpe y al corazón. Aquí va a empezar el origen, y cómanse su miedo.
Así que me carnearon y después me amarraron. A Vallegrande —a qué— ¡y en helicóptero! Bueno es regar con sangre colorada el oxígeno aunque después me quemen y me corten las manos, las dos manos. —Dispara sin parar mientras voy con Bolívar, pero vuelvo.
Poeta chileno nacido en Lebú, Arauco, en 1917. Estudió Derecho y Literatura en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Fue profesor de Estética Literaria y Jefe del Departamento de Castellano en la Universidad de Concepción. Ejerció la docencia en Utah, EE.UU., Alemania y Venezuela. Organizó a partir de 1958 los famosos Congresos de Escritores en Concepción, reuniendo lo más selecto de la literatura latinoamericana. Fue diplomático en China y Cuba. Perteneció al grupo surrealista reunido en torno a la Revista Mandrágora, 1938 - 1943. Ha recibido numerosos premios internacionales entre los que se cuentan: Premio Sociedad de Escritores de Chile por «Poesía Inédita» 1946, Premio Reina Sofía de poesía de España, Premio Octavio Paz de México y José Hernández de Argentina, además del Premio Nacional de Literatura de Chile en 1992 y del Premio Cervantes de Literatura 2003. © Bella8825
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FABIAN CASAS
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Posted:Jul 13, 2008 12:11 pm
Last Updated:May 5, 2024 10:14 am 6967 Views
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Doxa Fabián Casas
No debería perturbarte el ruido que hace tu viejo con la boca cuando come. Ni la ordalía de bolsillo en las horas pico; o tu scrum privado contra los malos pensamientos.
No deberían perturbarte los novios que acumulan en las piezas paternas sus artefactos domésticos; ni las mujeres en las peluquerías, con sus gorras de goma, cuando palma la tarde...
Alguien talla, desde que naciste, un ostracon con tu nombre. No debería perturbarte.
Hace algún tiempo
Hace algún tiempo fuimos todas las películas de amor mundiales todos los árboles del infierno. Viajábamos en trenes que unían nuestros cuerpos a la velocidad del deseo.
Como siempre, la lluvia caía en todas partes.
Hoy nos encontramos en la calle. Ella estaba con su marido y su hijo; éramos el gran anacronismo del amor, la parte pendiente de un montaje absurdo. Parece una ley: todo lo que se pudre forma una familia.
Sin llaves y a oscuras
Era uno de esos días en que todo sale bien. Había limpiado la casa y escrito dos o tres poemas que me gustaban. No pedía más.
Entonces salí al pasillo para tirar la basura y detrás de mí, por una correntada, la puerta se cerró. Quedé sin llaves y a oscuras sintiendo las voces de mis vecinos a través de sus puertas. Es transitorio, me dije; pero así también podría ser la muerte: un pasillo oscuro, una puerta cerrada con la llave adentro la basura en la mano.
Fabián Casas nació en Buenos Aires, Argentina, en 1965. Poeta, narrador, novelista, ensayista, filósofo y periodista. Publicó: Otoño, poemas de desintoxicación y tristeza, 1985; Tuca, 1990; El salmón, 1996, Primer premio Latinoamericano de Poesía, convocado por la Revista Prometeo; Oda, 2003; y El Spleen de Boedo, 2003. Publicó en narrativa: Ocio (Novela, 2000) y Los Lemmings (relatos, 2006). En 1998 participó del Programa Internacional de Escritores de la Ciudad de Iowa, EE.UU. Donde dio conferencias y participó del taller de traducción. En 2003 obtuvo la beca Antorchas con El Spleen de Boedo. Su poesía está traducida al inglés, alemán, francés, armenio, e italiano. También integra numerosas antologías de Latinoamérica.
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JACOBO FIJMAN
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Posted:May 17, 2008 1:15 am
Last Updated:Jun 13, 2008 12:31 am 7870 Views
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Jacobo Fijman nació en 1898 en Besarabia, Rusia —hoy Rumania— y falleció en 1970 en el hospicio, más precisamente en el Hospital Borda de Buenos Aires, donde permaneció casi 20 años.
En 1902 viajó con sus padres a la Argentina, se instaló en Buenos Aires y luego en Río Negro. Su padre fue colocador de vías de ferrocarril.
En 1907 se asentó con su familia en Lobos donde cursó sus estudios primarios. En 1917 dejó su familia, se fue a Buenos Aires y se graduó como profesor de francés.
Su primera internación por problemas mentales data de 1921, dándosele el alta seis meses después. En 1942 lo recluyen por segunda y definitiva vez en el Hospicio de las Mercedes (hoy Hospital Borda) donde permaneció hasta su muerte. Durante ese período escribió numerosos poemas y dibujaba constantemente
El poeta y periodista Vicente Zito Lema fue quien estuvo con Fijman durante su última etapa y es, junto con el poeta y ensayista Juan Jacobo Bajarlía, el principal difusor de su obra la cual, de otro modo, hubiese quedado silenciada pues Fijman fue un poeta olvidado hasta por sus propios compañeros de ruta. Perteneciente a la generación del 22, se conectó con el grupo Martín Fierro y entabló amistad con escritores y pintores de esa camada, tales como Oliverio Girondo, Pompeyo Audivert, Leopoldo Marechal y Jorge Luis Borges, entre otros.
Luego de más de un año de haberlo entrevistado, dice Vicente Zito Lema: “…lo que más nos ha impresionado en Fijman es su humor corrosivo, en el sentido estricto de humor surrealista. Su autenticidad de poeta, que trasciende hasta en los menores gestos. ¡Qué le ha determinado estas formas de vida, estos castigos sobre su persona! Y su bondad, más allá de los policías que lo castigaron; más allá de los jueces que lo privaron de su libertad; más allá de los psiquiatras que le descargaron su odio y su propia enfermedad; más allá de los que supieron de su situación y nada hicieron. La enorme bondad de Jacobo Fijman equilibrando tantas de nuestras maldades, perdonándonos”.
En Jacobo Fijman la poesía es un llamado a la más honda intimidad, a la preservación de la inocencia a través de una música entre simbólica y celebrante. Él se separó de sus compañeros literarios de la generación del 22 evadiéndose de las metáforas y las combinaciones estróficas cerradas para intentar una poesía de imágenes. Según Fijman, la imagen es la verdadera creación, es una invención, mientras la metáfora es una mera comparación entre las cosas. Su singularidad radica no sólo en la materia de estas imágenes, sino en la autenticidad de su camino, según él, el más alto y más desierto.
Molino Rojo, su primer libro (1926), es el antecedente natural —casi secreto— del surrealismo argentino. Ese mismo año viajó a París donde, supuestamente, conoció a André Breton, quien en el año 1924, había escrito el Primer Manifiesto Surrealista. Veamos el poema que inicia el libro Canto del cisne:
Demencia: el camino más alto y más desierto. Oficio de las máscaras absurdas; pero tan humanas. Roncan los extravíos; tosen las muecas y descargan sus golpes afónicas lamentaciones. Semblantes inflamados; dilatación vidriosa de los ojos en el camino más alto y más desierto. Se erizan los cabellos del espanto. La mucha luz alaba su inocencia. El patio del hospicio es como un banco a lo largo del muro. Cuerdas de los silencios más eternos. Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío. ¿A quién llamar? ¿A quién llamar desde el camino tan alto y tan desierto? Se acerca Dios en pilchas de loquero, y ahorca mi gañote con sus enormes manos sarmentosas; y mi canto se enrosca en el desierto. ¡Piedad! En Molino Rojo la música es estructurante. Así lo comentó Fijman en una de sus conversaciones con Vicente Zito Lema: “Mi poesía es toda medida, de una manera que la acerca a lo musical. En Molino Rojo hay una gran influencia de la sonata de Corelli… En Hecho de Estampas, de los cantos gregorianos. Y en Estrella de la Mañana la medición sigue la del latín eclesiástico”.
Él era violinista y durante mucho tiempo se ganó la vida tocando el violín por las calles de distintas ciudades. Tocaba para ganarse la comida del día.
La realidad del poeta —la desolación, la angustia, el pavor encarnado—, debía ser transformada y esta premisa fue la que, entre líneas, permite descubrir aquello que resolverá con un gesto fundamental e irreversible: su conversión al catolicismo. Lo bautizaron en 1930 en la abadía de San Benito, Buenos Aires. En su segundo libro Estrella de la Mañana, escrito en el año de su bautismo, se advierte la prosecución del solitario camino que ha emprendido.
La extensa dedicatoria a sus compañeros martinfierristas parece ser una despedida más que un homenaje. Entre su primer y segundo libro Fijman colaboró con el diario Crítica. En 1927 Natalio Botana lo despidió, y viajó otra vez a Europa.
En 1931 publicó Estrella de la Mañana cuyos poemas bordean el misterio del alumbramiento. El cisne se convirtió en cordero de Dios. Su canto es un canto de alabanza, no exento de dolor, soledad y muerte.
Diez años después de la publicación de este libro, se produjo su internación definitiva. Es posible entrever el conflicto que la presencia de este loco de bondad —de este auténtico poeta—, provocó en los círculos literarios. Hipocresía anidada no sólo en esos círculos, sino también en toda la sociedad que arrojó en la magnitud del esplendor poético a este hombre, a este doliente poeta, a un lugar de marginalidad vergonzante.
En el hospicio siguió desarrollando su poesía, completando su expresión artística a través del dibujo, utilizando cualquier papel, servilletas y cartones.
Jacobo Fijman supo transmitir un profundo y estremecedor mensaje de dolor.
Cuando murió, en la morgue del hospicio le ataron en uno de los dedos de los pies, una cartulina con su nombre y un número.
Sólo eso.
“La mucha luz alaba su inocencia”
Bella8825
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JACOBO FIJMAN
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Posted:May 17, 2008 1:01 am
Last Updated:May 5, 2024 10:14 am 7246 Views
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El hombre del mar, de Jacobo Fijman
El hombre de los ojos atormentados, que ha mirado mil auroras del mar desde las grandes proas, tiene el secreto de las neblinas, las compactas y húmedas neblinas; tiene el secreto de las claridades, de las muy anchas, de las ilimitadas claridades que estallan como granizadas sobre los barcos clavados y desclavados en los planos soleados de los días. ¡Los barcos que alzan sus ojos en la noche cual surcos conmovidos, ardientes y sedientos de las semillas de los cielos lejanos! El hombre de los ojos atormentados, sabe todos estos secretos; y al estrechar mi mano con la cordialidad de las almas supremas, me ha entregado el don de los horizontes; me ha iniciado en las expansiones; me ha libertado de los cuatro puntos cardinales, y del bien y del mal; de mi ciencia de biblioteca, de mis pequeños sueños de orangután civilizado. ¡Él, el hombre salvaje, me derramó su olor marino sobre mi olfato torpe que vive en las alcobas! ¡Él, el hombre salvaje me ha traído la música de las islas bienaventuradas, en su silencio abismal y en sus palabras pintorescas, alegres, puras, de una elevada, de una cósmica simpatía! Él, el hombre salvaje, que ha reído con las olas del mar; que ha llorado con las olas del mar; que ha sufrido el asombro y el espanto frente a las tempestades que hacen y deshacen los mundos y destrozan ciudades y amplían las hogueras con sus gritos tan rojos; él, el hombre salvaje me ha dejado oír los órganos profundos de su alma golpeada por las visiones de la inmensidad; y éste mi corazón se ha agitado en el sueño del universo; porque el alma y el corazón del hombre salvaje traen el múltiple canto del mar y de los astros y los abismos altos y los abismos bajos; las expansiones y las desolaciones prendidas a la rueda del universo. Él, el hombre de los ojos atormentados, que ha mirado mil auroras del mar, me ha desclavado de las calles grises de mis hábitos viles de hombre civilizado que nada tienen que hacer en mi destino en mis pies, en mis manos ni en mis ojos hambrientos de una proa, de un astro y de una aurora.
¡Ahora yo también soy un hombre salvaje!
Roe mi frente dura...(Poema VI de Jacobo Fijman
Roe mi frente dura el lobo de la media noche.
Una escondida estrella arrima su sosiego.
Entre todos los soles ya se me canta aceite de júbilos.
Siento en mis manos venir la estrella de la mañana.
Jacobo Fijman
Subcristal de Jacobo Fijman
Zarpas monótonas amarillentas de las horas de Otoño, en las cifras muy lentas de mi hastío.
Tonalidades; respuestas y llamadas de motivos en una discordancia de apariencias. Brilla el cristal de mi locura. Efervescencias bruscas; ojos endemoniados de un molino junto al enorme zueco de una carreta que relincha.
Cascan mis dientes piedras de blasfemia.
Crepúsculo de Jacobo Fijman
Ponderan los ocasos gustos violetas. Un árbol negro, un árbol blanco, un árbol verde cuelgan sus blusas en la inmovilidad.
Ha cerrado sus párpados el viento.
Luces deshechas; pétalos estrujados en superposiciones.
Ponderan los ocasos gustos violetas.
En mi gemido (Poema XXX de Jacobo Fijman
En mi gemido conté mi soledad envejecida; conté todas las noches de mis días.
Mis huesos cantan el misterio del mundo.
El agua perturbada de mi reposo. Me veo en mi gemido según pavores de inocencia.
Paz, paz: oído de mis palabras.
El ruego alcanza oído a mis palabras carne sanada; y hay espanto de luz en nuestras manos.
Puerto de Jacobo Fijman
Amanecer de invierno. Un puerto. Ha roto su órbita un silbato sobre los hombros de la bruma. Lamentación del mar y cobres de los horizontes. Se contraen las torres silenciosas; beben las calles gritos en sus campanas. En las piedras quiere tallarse el viento.
Bella8825
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EL DIA DE LA MADRE
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Posted:May 10, 2008 9:20 am
Last Updated:Jun 13, 2008 12:36 am 8812 Views
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El día de la Madre : El ser mas querido!
En todo el mundo se festeja el día de la madre, aunque las fechas y las razones de para su elección varíen de acuerdo a cada país o región. Lo cierto es que el día de la Madre se celebra en casi todo el mundo y desde los primeros rasgos de civilización humana. La mayoría de las celebraciones del día de la madre se llevan a cabo en el mes de mayo con importantes excepciones. El primer domingo de ese mes (que en 2008 es el 4 de mayo) se celebra en Portugal, Sudáfrica y España, entre otros, mientras que en Aruba, Alemania, Bélgica, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Uruguay, Venezuela, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Italia, Jamaica, Puerto Rico, Bermuda, Belice, Cuba, Colombia, Canadá, Las Bahamas, Australia, Turquía, Austria, Trinidad y Tobago, Surinam, Barbados, la celebración del Día de la Madre se lleva a cabo el segundo domingo de mayo (que corresponde en el año 2008 al 11 de mayo).
Festejos del dia de la madre, Los hijos besan y dan regalos a su madre. En otras regiones el día de la madre posee una fecha determinada como en El Salvador, India, México, Guatemala, Malasia, Pakistán, Singapur, Omán, que han tomado el 10 de mayo para homenajear a las progenitoras; en Costa Rica, en cambio, el 15 de agosto es el día elegido mientras que el 8 de marzo lo es en Albania y el 22 de diciembre en Indonesia. También en mayo se celebra el día de la madre en Polonia (el 26 de mayo ), en Nicaragua (30 de mayo) y en Samoa (el 14 de mayo).
Resta señalar que en la República Argentina se designó el tercer domingo de octubre para consagrar el día de la madre y en Francia el último domingo de mayo, al igual que República Dominicana y Suecia (27). En Panamá la fecha elegida es el 8 de diciembre, en Noruega el segundo domingo de febrero, en el Reino Unido el cuarto domingo de cuaresma. Respecto a los paises anglosajones, el dia de la madre en Estados Unidos se celebra el segundo domingo del mes de mayo.
Las primeras celebraciones conocidas, sobre todo en occidente, del día de la madre, de mediados de segundo siglo antes de Cristo, nos remite a Rea (Rhea), la diosa griega. Cuenta la mitología que fue la hija de los dioses de la Tierra y el Cielo, es decir, descendiente directa de Gea y Urano; a edad suficiente (¿?) Rea se desposó con su hermano Cronos, el menor de los hijos de Urano y Gea, además de los Hecatonquiros (monstruos de cincuenta cabezas y cien manos) y los Cíclopes, apresados por Urano), gobernador del universo al derrocar a su padre luego de rescatar a sus hermanos y uno de los doce titanes. De esta unión descienden seis de los doce dioses olímpicos: Poseidón, Hades, Deméter, Hestia, Hera y Zeus, quienes, salvo este último, fueron devorados por su padre apenas nacidos en virtud de que uno de ellos, según el Oráculo, llevaba el destino de derrocarlo.
El día de la madre nace de la veneración a Rea, que ocultó a Zeus y lo cambió por una piedra que fue tragada sin sospechas por el infanticida de su esposo. Zeus creció en Creta y obligó con la ayuda de su madre, sus hermanos Hecatonquiros y su abuela, a vomitar a sus hermanos y la piedra engullida (que se colocó en el Oráculo de Delfos). Mientras se cuidaba secretamente del niño los Coribantes (sacerdotes adoradores de Rea) hacían resonar cascabeles y címbalas para que Cronos no escuchara su llanto, hábito que se extendió a las siguientes festividades por aquél antiguo día de la madre. Los romanos, que en casi todo copiaron a los antiguos griegos, continuaron los festejos a los que llamaron la Hilaria, que daba comienzo el 15 de marzo y continuaba por tres días enteros. Como todas las celebraciones a lo largo de la historia han sufrido modificaciones y aggiornamientos en cada país; el día de la madre no es la excepción.
El espíritu es el mismo, pero los dioses y las creencias (o el descrédito) sobre ellos ha cambiado por completo en el decurso de la vida del ser humano. El cristianismo sesgó la celebración del día de la madre hacia el ícono de la maternidad para esa religión: la virgen María, impoluta e inmaculada progenitora del hijo de dios.
Así el 8 de diciembre es mantenido por algunos países como el día de la madre, en la cual se honra aquella sagrada concepción. Pero incluso los seguidores de esta tesis religiosa admitieron matices y en país como Inglaterra, entrado el siglo diecisiete se estableció un día de la madre en el que se las agasajaba con presentes, se acudía a misa y se permitía a los empleados ausentarse de sus tareas para visitarlas. Como ya señalamos, en el Reino Unido el día de la madre se festeja el último domingo de cuaresma. Bella8825
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DIA DE LA MADRE
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Posted:May 10, 2008 9:05 am
Last Updated:Jun 13, 2008 12:41 am 8162 Views
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Día de la madre
Hoy es el día de la madre ¡Vaya conciencia la nuestra! Te damos un día, cuando te mereces toda la vida ¡qué puedo hacer hoy! Recordar miles deudas impagables Evocar tu amor de madre en tantos gestos y situaciones Quizás únicamente decirte: te quiero mamá.
Caricias
Madre, madre, tú me besas, pero yo te beso más, y el enjambre de mis besos no te deja ni mirar...
Si la abeja se entra al lirio, no se siente su aletear. Cuando escondes a tu hijito ni se le oye respirar...
Yo te miro, yo te miro sin cansarme de mirar, y qué lindo niño veo a tus ojos asomar...
El estanque copia todo lo que tú mirando estás; pero tú en las niñas tienes a tu hijo y nada más.
Los ojitos que me diste me los tengo de gastar en seguirte por los valles, por el cielo y por el mar...
Gabriela Mistral
El amor hacia una madre no tiene color de piel, ni fronteras que cruzar, ni distancias que recorrer. Es un sentimiento que se arraiga en tu corazón igual como el árbol echa sus raíces en la tierra, igual como la flor venera al sol, igual al encuentro entre el cielo y el mar.
Una madre es lo más sagrado que pudo crear Dios, después de El mismo, es nuestro mejor Angel de la Guarda, nos cuida desde antes incluso de nacer y a medida que crecemos, sigue nuestro curso por la vida con el mismo primoroso cuidado y al final al expirar es en sus brazos donde nos sentimos en paz.
Los 365 días del año especiales, por tener a nuestra madre en nuestro corazón. En este Día de la Madre, hazle un especial homenaje a esa madre querida, escríbele mensajes diciéndole que la quieres, hazle una poesía, mándale su flor favorita, acorta distancias llamándola por teléfono o cierra los ojos y piensa en ella. Llena tu corazón de ese amor tan tierno y nada egoísta.
Marisol
A la Futura Mamá
El milagro de la vida se está produciendo en tu cuerpo. El milagro de tu cuerpo gestando no deja de sorprenderte. Cada instante de estos nueve meses un milagro.
El momento en que conozcas ese milagro, será, sin dudas, el momento de tu vida. Ese momento que todos anhelamos. Ese momento de la felicidad perfecta.
Tu cuerpo es ahora el hogar de tu bebé. Ese cuerpo se preparó desde tu propia gestación para este momento.
Cada una de las células de tu cuerpo sabe lo que debe hacer. Tú sólo debes cuidarlas y escucharlas. No temas pedir ayuda, no temas decir no sé, | no temas decir tengo miedo, no temas decir no voy a poder, porque desde tu seno escucharás la voz de tu hijo diciendo: los dos vamos a poder.
Y cuando sientas la tibieza de su cuerpecito en tu pecho, el milagro de la vida habrá concluido para dar comienzo al milagro de ser MADRE.
Autor desconocido
Bella8825
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MADRE BENDITA:HIJO Y MADRE
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Posted:May 10, 2008 8:59 am
Last Updated:May 5, 2024 10:14 am 6865 Views
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Madre Bendita: Hijo y madre
Pobre mozo! ¿Dónde vas? Inclinando la cabeza Suspiras, y con tristeza Vuelves los ojos atrás. -Con pena voy caminando, Porque en aquella casita Queda mi madre bendita Desconsolada y llorando. -¿Y por qué dejas tu tierra, Y el más sublime cariño, Triste joven, casi un niño? -Porque me voy a la guerra. No os admire si me aflijo; Acaso no vuelva a ver Aquella santa mujer, Ni a oír que me llama ¡hijo! -De pena razón tuviste. -Si junto aquella casita Veis a mi madre bendita, No la digáis que voy triste.
Concepción Arenal: La caridad en la guerra
Y a ti madre amorosa los tristes ojos con afán volvemos en la airada tormenta procelosa y en ti esperamos y en tu amor creemos y a ti tornados a tus pies caemos. Porque del hijo Santo quien ha escupido en la divina cara arrepentido al cabo ¿a quién mostrará más que a la madre el doloroso llanto? ¡Ah!, ¿quién le comprendiera ni quién capaz para enjugarle fuera si no quien puede de su dulce boca, con la dulce sonrisa calmar la ira que el baldón provoca, como disipa la apiñada niebla el lento soplo de la blanda brisa? ¡Oh dulce madre celestial y bella feliz mil veces quien a ti se acoge y el norte sigue de tu fija estrella y tu divina luz constante adora, feliz mil veces, inmortal Señora!
Cantos del trovador : colección de leyendas y tradiciones históricas José Zorrilla
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CUIDADOS DE MADRE
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Posted:May 10, 2008 8:51 am
Last Updated:May 5, 2024 10:14 am 6824 Views
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Cuidados de madre ...Si olvidase los agravios de mi madre, me tendría por el más miserable de los hombres. ¡Mi madre! Yo no he conocido otra protección sino la suya. Me hablan ustedes de un rey de Dacia, que es mi padre. ¿Los padres acarician a sus hijos?... No recuerdo que me haya besado el rey de Dacia. Mi madre sí: he calentado mil veces la cara en su pecho; he conciliado el sueño en su regazo; sus brazos me acogieron amorosamente. Si tengo alguna educación, es porque mi madre me buscó profesores; si no estragué en el vicio mis veinte años, es porque mi madre supo preservarme con su cariño. En mis en enfermedades, ella me asistía; en mis soledades, ella me consolaba... No; mi familia, es mi madre. Hasta las comodidades materiales que me rodean, la hacienda que disfruto, y que hace de mí un privilegiado de la vida, la debo al trabajo de mi madre.. ¡...
(El saludo de las brujas, Emilia Pardo Bazán)
...Genio benéfico, ángel de la guarda, ambiente puro y saludable, la madre rodea al hijo, le ve, le cuida, le defiende por todas partes: delegado de Dios, la madre penetra lo futuro; inspirada y santa pitonisa, adivina los males que han de sobrevenir a su descendiente: esa inquietud, esa palidez, esa amable pertinencia con que nos favorece cada día, todo es amor. Su corazón es una fuente pura: bebamos en él para crecer sanos y virtuosos: su alma es un divino espejo; mirémonos en él para corregir nuestras deformidades. Si nos dejásemos alumbrar por ella, ¡cuán claros resplandeceríamos! Si nos dejásemos inspirar por ella, ¡cuán prudentes juzgaríamos! Si nos dejásemos guiar por ella, ¡cuán rectos caminaríamos! No hay madre que no sea un sabio, cuando se trata de la felicidad de su hijo; no hay madre que no sea poderosa, cuando su hijo necesita de su protección: cada cual en su esfera, todas eficaces, desde la pobre desvalida que en una puerta de calle tiene a su parvulito en los brazos, hasta la señora coronada que anda mostrando a los pueblos el heredero del trono, todas viven y obran para su hijo; la una mira con sus ojos de hambre al transeúnte compasivo, que le echa un sueldo en el regazo; ya tiene pan para su hijo; la otra se pasea pomposamente en el imperio, derramando grandiosas caridades; ya tiene simpatías para su hijo. La madre, la madre para el hijo; ni el peligro la intimida, ni el sacrificio es superior a sus fuerzas, ni su ruina la contiene, si va a salvarle y hacerle un nuevo bien....
Juan Montalvo / Juan Montalvo
Bella8825
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MADRE GUIA
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Posted:May 10, 2008 8:49 am
Last Updated:Sep 7, 2008 8:10 am 7461 Views
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Madre Guía de Antonio Machado
Galerías del alma... ¡El alma niña! Su clara luz risueña; y la pequeña historia, y la alegría de la vida nueva... ...¡Ah, volver a nacer, y andar camino, ya recobrada la perdida senda! Y volver a sentir en nuestra mano aquel latido de la mano buena de nuestra madre... Y caminar en sueños por amor de la mano que nos guía.
Bella8825
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