EL OLVIDO QUE DIO A LUZ UNA VIDA
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Posted:Mar 22, 2009 9:45 pm
Last Updated:May 10, 2009 4:16 pm 4921 Views
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Gozaba de magnífica salud física y mental, él salía a correr todas las mañanas, bebía su yogurt frutado, y luego se daba una reconfortante ducha para luego salir a su trabajo. En la película de la vida tenía que interpretar varios roles. El de padre, esposo, encargado en una peletería y era sumamente eficiente en todo. Sus horarios estaban escrupulosamente agendados, tenía previsto todo, los cumpleaños, aniversarios, fecha de su compromiso y no se le olvidaba nada. Una hermosa tarde veraniega, en su hora de almuerzo decidió ir a un restaurante distinto del que concurría siempre, cuando comprobó que había olvidado su celular en la oficina. Con desgano, regresó a buscarlo, por una calle que no había visto jamás, todo le parecía extraño había parejas besándose apasionadamente reclinadas en una columna, un anciano sentado en una banqueta dándole de comer a los pájaros, un pordiosero se le acercó a pedirle unas monedas… Un mundo que por años había olvidado que existía. Mas allá de su apretada agenda todo era inútil y desconocido para Santiago. Hacía 23 años que hacia el mismo recorrido, sin cuestionarse nada. Al llegar a la oficina prolijamente ordenada, se sintió inseguro por primera vez en su vida. Se sentó en su apoltronado sillón y se quedo dormido. La camilla del hospital era incómoda, le dolía todo el cuerpo, miró sus manos y estaban resecas y agrietadas por la fiebre. A su lado había una ventana por la cual se colaban pequeños hilos de luz, sus ojos hinchados apenas podían abrirse, todo era una imagen borrosa, sentía el murmullo de las enfermeras que decían: le quedan pocas horas, vamos a dejarlo ver a su familia. Está en un coma afectivo. Frente a ese diagnostico no hay marcha atrás…decían. Sentía como la transpiración le recorría el cuerpo, sin que pudiera hacer nada para no sentir tal incomodidad. ó el teléfono celular, era su hijo de 7 años había llamado para avisarle que tenía un partido de fútbol que llegaría mas tarde a su casa, se había despertado, ya nada era igual para Santiago. La vida lo había despertado de un …coma afectivo.
VICAIROT
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MIS ARTICULOS DE PRIMERA NECESIDAD
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Posted:Feb 18, 2009 6:23 pm
Last Updated:Mar 4, 2009 5:18 pm 4999 Views
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Tengo en casa una fogata, una alacena y en el fondo una huerta y una puerta siempre abierta, los 4 artículos de primera necesidad en mi vida, se preguntarán porque… Es mi manera de conservar a quienes pasan por la callecita de mi mente y mi corazón. En la huerta tengo muchas frutas y verduras a las que riego diariamente, conversamos algunas tardes con el morrón, tenemos buen diálogo, es muy culto y pasamos horas hablando de los colores rojo, amarillo y verde, con las zanahorias hay algunos temas que puedo hablar y otros no, simplemente me remito a hablar por “arribita” de aquellos temas en los que sé que no tendremos discrepancias, después está la remolacha que me cae tan bien! A ella le cuento todo y ella a mí y nos reímos mucho de nuestras picardías. Ella no me juzga. Yo no la juzgo.
En la alacena guardo todas esas cosas que me gusta tener, para una tarde lluviosa: chocolates marca Charlaamena, una lata de besos, un pote de abrazos, una caja de sorpresas y unos sobrecitos de té de jazmín. Para una tarde de verano una lata de atardeceres multicolores, un frasco de cantos de grillos, una bolsa de olor a mar, brisas suaves y charlas mirando al río, y otros enseres que ahora no recuerdo… Para el invierno la bufanda maltejida pero calentita, y aquellas pantuflas que pueden guarecerte de cualquier reacción fría e insensible, me las pongo y listo!! Desaparece la decepción estoy pensando en patentarlas… La puerta siempre esta abierta para aquellos que quieran entrar o salir. Me gusta la libertad y que los demás la tengan también.
Hacia la fogata van caminando solitas las decepciones, ellas saben la ruta, el planito lo tengo bien grande en una pizarra pegada en la puerta de entrada, lo hice con un drypen fluorescente.
VICAIROT
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EL VALOR DE TU LUCHA
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Posted:Feb 17, 2009 12:30 pm
Last Updated:Mar 4, 2009 5:20 pm 4861 Views
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Un día, apareció una apertura en un capullo. Un hombre se sentó a observar la mariposa naciente que trataba durante horas de estallar su refugio Y forzar el pequeño agujero a aumentarse. Después de un tiempo le pareció al hombre Que el insecto no progresaba. Ya que a pesar de haber avanzado un poco La mariposa no parecía moverse.
Entonces el hombre tomó un par de tijeras y recortó delicadamente el capullo para ayudar a la mariposa a salir.
Así la mariposa surgió fácilmente. Pero tenía un cuerpo débil y sus alas arrugadas estaban Atrofiadas. "no es grave, va a desarrollarse" se digo el hombre. Y siguió observando la mariposa a la espera de que desplegara sus alas para volar. Pero eso nunca llegó. La mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose Sobre su pequeño cuerpo, incapaz de utilizar sus alas desmadejadas. Lo que el hombre, en su bondad precipitada, no había comprendido, Es que el capullo demasiado apretado es un truco de la Naturaleza para forzar la mariposa a taladrarlo y a implicar sus alas. Como una condición para así, poder llegar a volar.
A veces, de nuestras angustias, de nuestros fracasos, de nuestros golpes duros Precisamente, se tiene necesidad. Si la naturaleza permitiera que se avanzara en la vida sin nunca encontrar ningún obstáculo, eso nos debilitaría, seríamos similares a esta mariposa nacida demasiado de prisa y a la que la facilidad, le cortó las alas. La verdadera libertad se conquista.
¡No se vuela de verdad sin que cueste un poco!
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HACER EL AMOR
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Posted:Feb 11, 2009 9:26 pm
Last Updated:Feb 18, 2009 1:52 pm 6017 Views
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Ella y yo hacíamos el amor diariamente.
En otras palabras, los lunes, los martes y los miércoles hacíamos el amor invariablemente...
Los jueves, los viernes y los sábados, hacíamos el amor igualmente...
Por ultimo los domingos hacíamos el amor religiosamente...
Hacíamos el amor compulsivamente.
Lo hacíamos deliberadamente.
Lo hacíamos espontáneamente.
Hacíamos el amor por compatibilidad de caracteres, por favor, por supuesto, por teléfono, de primera intención y en ultima instancia, por no dejar y por si acaso, como primera medida y como ultimo recurso.
Hicimos el amor por osmosis y por simbiosis: y a eso le llamábamos hacer el amor científicamente.
Pero también hicimos el amor yo a ella y ella a mí, es decir, recíprocamente.
Y cuando ella se quedaba a la mitad de un orgasmo y yo con el miembro convertido en un músculo fláccido no podía llenarla, entonces hacíamos el amor lastimosamente.
Lo cual no tiene nada que ver con las veces en que yo me imaginaba que no iba a poder y no podía, y ella pensaba que no iba a sentir y no sentía, o bien estábamos tan cansados y tan preocupados que ninguno de los dos alcanzaba el orgasmo.
Decíamos entonces, que habíamos hecho el amor aproximadamente.
O bien a Estefanía le daba por recordar las ardillas que el tío Esteban le trajo de Wisconsin que daban vueltas como locas en sus jaulas olorosas a creolina, yo por mi parte recordaba la sala de la casa de los abuelos con sus sillas vienesas y sus macetas de rosas esperando la eclosión de las cuatro de la tarde... así era como hacíamos el amor nostálgicamente, viniéndonos mientras nos íbamos tras viejos recuerdos.
Muchas veces hicimos el amor contra natura, a favor de natura, ignorando a natura.
O de noche con la luz encendida, o de día con los ojos cerrados.
O con el cuerpo limpio y la conciencia sucia.
O viceversa.
Contentos, felices, dolientes, amargados.
Con remordimiento y sin sentido.
Con sueño y con frío.
Y cuando estábamos concientes de lo absurdo de la vida y de que un día nos olvidaríamos el uno del otro, entonces hacíamos el amor inútilmente.
Para envidia de nuestros amigos y enemigos hacíamos el amor ilimitadamente, magistralmente, legendariamente.
Para honra de nuestros padres, hacíamos el amor moralmente, para escándalo de la sociedad, hacíamos el amor ilegalmente.
Para alegría de los psiquiatras hacíamos el amor sintomáticamente
Hacíamos el amor físicamente, de pie y cantando, de rodillas y rezando, acostados y soñando.
Y sobre todo, y por la simple razón de que yo lo quería así y ella también hacíamos el amor voluntariamente...
Anónimo
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SE BUSCA: AYUDA PARA TITULO, SE GRATIFICAR
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Posted:Feb 8, 2009 8:00 am
Last Updated:Mar 19, 2009 8:47 am 5043 Views
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Aquella tarde recorrí las góndolas del supermercado, la de productos enlatados fue la que atrajo mi atención, había latas de amor, pasión, matrimonio, recuerdos... Tomé la lata de pasión para ver si alguien descuidado la había dejado caer, y haberla averiado. Estaba intacta, pero no tenía fecha de vencimiento...sin meditar un instante la guardé en el carrito y luego con la mano izquierda tiré cuatro mas por si esta no me alcanzaba. El local estaba atestado de personas que a ritmo desenfrenado buscaban aprovisionar sus corazones vacíos. Había un freezer decía: "abstenerse de abrir la puerta si no retiras a alguien, personas en estado de letargo indefinido". Continué mi marcha por el sitio y rodeada de aquel hormigueo impresionante de seres difusos. Algunos caminaban como zombies sacados de una película de terror, otros tenían notables sonrisas que demostraban su excitación por la inagotable búsqueda y otros simplemente paseaban como si miraran vidrieras... Compré unas barras de chocolate, siempre tengo algunas en mi alacena. Un cartel luminoso llamó mi atención: CÓSMETICOS y con letra mas pequeña decía: embellecimiento de tu alma, presurosa me acerqué y había cremas de perdón, locuras desenfrenadas, mojarse los pies en el arroyo, y partituras de quereres, las empujé todas hacia el carrito, no sea cosa que alguien me las sacara, la gente de allí estaba muy atrevida y posiblemente me las hubiera arrebatado. Una promotora demasiado acicalada, con cara desencajada por el dolor que le ocasionaban sus tacones, se me acercó y me dio a probar bocadillos de desafíos, me gustaron pero los dejé para mi próxima incursión en el autoservicio.
Me dirigí a la caja registradora la empleada era una rubia enjuta y desaliñada pasó los códigos de barras por el láser, me dijo el importe y le aboné, con una lata de pasiones...
VICAIROT
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EL HORMONAZO
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Posted:Feb 5, 2009 12:55 pm
Last Updated:Mar 28, 2009 1:40 pm 5294 Views
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Érase en otro momento de la historia cercana, una : “rata” o hacerse la “rata”, que consistía en “escaparse” del liceo sin que la adscripta lo advirtiera, para irse con la barra o el grupo de amigos a jugar al pool o ir a tocar la guitarra en la casa de amigos y reírse mucho, hacer una chorizada y tomar unas cervezas algunos ya mas avivados y otros todavía con grandes resabios de inocencia, fumábamos nuestros primeros cigarrillos comunes, valga la aclaración que ni siquiera decían: “fumar es perjudicial para la salud”. Algunos descubrían su amor eterno, otros ni eso, solo se reunían con amigos que sin saberlo, era lo más valioso que nos iba a suceder en la vida. Lo grave era si la adscripta nos descubría, ahí se armaba una “bataola” y la mamá y el papá eran notificados por el liceo de aquella falta grave… Estábamos acostumbrados a ir uniformados las chicas pollera gris o azul, no se podía usar pantalones ni pensar en ello, can- canes de lana que se amontonaban en la parte del tobillo y parecíamos duendes sacados de la “Historia sin fin”. Corbata roja, rojo espantoso el peor que hubieran podido elegir, porque ni color sangre era, era algo así como una mezcla de fucsia con rojo o yo que sé, bah era espantoso. Camisas blancas o celestes y cuidado con no llevar la insignia: implicaba no ingresar al liceo. Los hormonoides machos, con pelo corto que no rozaraaaaa el cuello de la camisa, caras agujereadas por los barritos y olor a acné.
Así era nuestra adolescencia. Una generación apretada, restringida, Educación Moral y Cívica ah! “nuestros derechos terminan donde comienzan los derechos de los demás” frase que nos hacían repetir hasta el cansancio y luego nos metían en una lavarropa giratoria, para que nos mareáramos y no pensáramos. Generación apretada entre padres y profesores, pero éramos felices, al menos yo lo era, había mucho por descubrir y todo seguramente iba a ser algo bueno.
Con el tiempo, muchos de aquellos niños-niñas, adolescentes, formamos pareja y tuvimos hijos. Teníamos muy claro todo, definitivamente no les íbamos a imponer todas las restricciones que nos habían impuesto a nosotros, nuestros hijos iban a ser libres de elegir.
Nuestros hijos tenían la ventaja de tener padres que habían estado muy apretados, nosotros no los íbamos a hacer pasar por eso. Clarito, clarito lo teníamos.
Ya desde muy tierna infancia le expliqué a mi hijo que “aquello” que tenía entre las piernas se llamaba pene. El tiempo fue pasando, y todo iba sobre rieles, pero como padres nos equivocamos al igual que nuestros padres también lo habían hecho con nosotros. Y los hormonoides no perdonan. Juzgan y con rigor.
Entre que estamos zarpados, que estamos locos y que volvamos al puerto será?? o que el zarpe es algo fenomenal y descollante porque se utiliza la misma palabra para 2 situaciones bien opuestas en fin…
Rescatados o no???,mas bien que nos rescatemos. Que vendría a ser como una suerte de hacer y pensar como ellos, entonces ahí estamos rescatados… Porque nosotros no sabemos nada, y ellos lo hubieran hecho mucho mejor. O tal vez viene de pedir rescate? nos habrán secuestrado y hay que pagar????
Y…seguimos apretados, como padres, pero esta vez por nuestros hijos de la “nueva generación”,apretados porque no tenemos un modelo para seguir frente a tanta desobediencia y descontrol se escapan de nuestras manos, nuestros propios hijos sabiendo que a la vuelta de la esquina está la pasta base, pornografía, embarazos no buscados perooooo ya no queda saliva en nuestra boca de hablarles, porque sería mucho más fácil no hablar no?? Hablarles no!, si “ellos se hacen cargo”, cargo de que se hacen? otra frase de moda, mal usada, si se hicieran cargo los padres estaríamos tranquilos, pero cuando a los hormonoides les sucede alguna cosa recurren a quienes?? a los padres…los que no sabemos nada y rescátate, no te zarpes y hacéte cargo cheeee…!
Vicairot
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