El más difícil no es el primer beso, sino el último.
El hombre que no ha amado apasionadamente, ignora la mitad más hermosa de la vida.
La luna y el amor, cuando no crecen, disminuyen.
El beso es un mordisco que aprendió educación.
El amor auténtico, el amor ideal, el amor del alma, es el que sólo desea la felicidad de la persona amada sin exigirle en pago nuestra propia felicidad
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